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JOAN CABOT

Los Rhumba, por su parte, aprovecharon para pesentar algunos temas nuevos. Estuvieron algo fríos, para acompañar al viento, y les faltó esa pizca de mala baba que les ha colocado al frente del mejor rock garajero nacional.

El festival Indirama arrancó en una jornada marcada por el mal tiempo, el viento y la lluvia. La organización decidió trasladar toda la actividad a la carpa, reajustando horarios. Inesperadamente fueron Satellites los encargados de inaugurar el festival. Su directo confirmó mucho: que sus nuevas canciones son de otro planeta, que han mejorado muchísimo la dinámica del directo y que, cuando salga a la calle, su nuevo disco será algo especial.

La Búsqueda, por su parte, presentaron en directo buena parte de su último trabajo, «Los Penitentes» (Available, 2004). Se les notó poco engrasados, pero su música sigue siendo majestuosa.

Justo después aparecieron Sr. Chinarro, con un repertorio repleto de pequeños grandes éxitos y un Antonio Luque en un momento dulce. Pero los platos fuertes de la primera jornada del festival llegaron del país vasco. Primero, con unos Delorean arrolladores y luego con unos Atom Rhumba algo conservadores pero efectivos. Los de Zarautz ofrecieron un directo arrollador, combinando punk y funk y cualquier otra cosa acabada en 'k' y que se pueda bailar.

Antes habían actuado Fastball, correctos pero insípidos. En cualquier gasolinera de los Estados Unidos debe haber bandas como ellos. Y después, se pusieron a los platos Phil Kieran y Dave Tarrida en una sesión a 'pachas' que transitó el electro y el house. No fue nada del otro mundo, pero consiguió la reacción de los presentes en Son Rossinyol.

El frío y la lluvia amedentró al público y la primera jornada del Indirama no contó con una afluencia destacable. El mal clima pesó demasiado y la mayoría se reservó para ayer sábado, día al que se trasladaron los conciertos de Amarillo y Everything On Black, los dos grupos damnificados por los cambios de horario.

En general, un festival a medio gas, lastrado por una climatología vengativa, y un ambiente algo familiar. Al final tanto da que esté el controvertido Toni Pla o el no menos controvertido Yahveh al frente de Indirama. A la mayoría de gente lo único que le preocupa es si van a tocar Los Planetas el «Cumpleaños Total» y unos quinientos largos demostraron que ni la lluvia ni el clima feo es excusa.