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El intenso trabajo de Joan Miró sobre Ubú, el antihéroe del teatro universal creado por el francés Alfred Jarry, centra la exposición principal con la que el Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma Es Baluard conmemora su segundo aniversario. «Joan Miró i el món d'Ubú. Ubu aux Baléares» se inaugura hoy a las 19.00 horas.

Comisariada por Aina Bauzà, se articula a partir de los tres libros de bibliófilo realizados por Miró; «Ubú roi» (1966), «Ubu aux Baléares» (1971) y «L'enfance d'Ubu» (1975). A esta trilogía se suma una importante recopilación de fotografías y documentos inéditos sobre la gestación de la obra teatral «Mori el Merma», en la que el artista trabajó directamente con la compañía catalana La Claca. Miró pintó tanto la escenografía como los impresionantes ninots extraídos de sus libros para convertirlos en personajes de este montaje, estrenado en el Teatre Principal en 1978 con polémica.

La obra, una reinterpretación del célebre Ubú de Jarry, se convirtió en una sátira contra el franquismo.

Ahora, uno de estos ninots, el del personaje principal, forma parte de la exposición que ofrece Es Baluard y que se completa con un audiovisual de Català-Roca sobre la preparación del montaje. El audiovisual se proyecta con la colaboración de Sanyo. La directora de Es Baluard, Marie Claire Uberquoi; la comisaria y el director de «Mori el Merma», Joan Baixas, explicaron ayer la profundidad con la que el texto original de Jarry influyó en Miró.

De los tres libros de artista destaca «Ubu aux Baléares». En él se refleja el Miró más «escatológico» y «brutal», a la par que «cómico» y «transgresor». Bauzà explicó que, en el citado volumen, Miró aporta no solo su imaginario personal de estética surrealista sobre Ubú, sino que incluye textos propios, con un importante contenido sexual, a partir de frases populares de Mallorca y de su propia invención.

Especialmente interesante fue la aportación de Joan Baixas en el relato de la implicación de Miró en «Mori el Merma». No fue hasta después de un año de insistencia que el artista decidió participar en el proyecto. El primer contacto se hizo en 1975. Por aquel entonces. La Claca era «una compañía joven, anarquista, muy radical y que trabajaba sólo en catalán. Fue muy cuidadoso a la hora de escogernos», recordó Baixas. Después de hacerlo, Miró se introdujo de lleno en el montaje, su último gran trabajo sobre el tirano Ubu, hasta el punto que «soñaba con los ninots o no dormía». La esposa de Miró, Pilar, preocupada por el elevado tono escatológico y de burla a la religión de «Mori el Merma», intentó que se suavizara la obra puesto que se estrenaría en Palma.

Miró se negó en rotundo porque Ubu era así, su primera salida al escenario la hacía para decir en alto «merdre», palabra con la que empieza «Ubu roi», obra que fascinó a Miró desde que supo de ella en París. A partir de entonces, guardó su ejemplar de la primera edición de Jarry como «un tesoro».