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Enfrentarse a 25 años creativos y hacerlo, además, en sa Llonja puede ayudar a continuar hacia adelante o puede dar mucho miedo. Horacio Sapere aparcó el miedo y decidió, no sin cierta pereza inicial, atreverse. Y reinventarse. El resultado, la exposición «Parlar sol», de la que ahora se acaba de editar el catálogo.

«El catálogo contiene muchas lecturas. No se presenta sólo el Sapere que expone en sa Llonja, si no por qué Sapere ha llegado a sa Llonja», explicó el artista. Un camino que le ha llevado por múltiples países y que, en ocasiones, ha hecho que Mallorca desconociera en qué momento se encontraba. Por eso, la muestra es «una exposición aclaratoria». «Intento explicar que posicionalmente me encuentro en un lugar concreto pero que, ahora, seguiré mi camino».

Poner un poco de orden ha permitido a Sapere sentirse «liberado». «Me siento más ligero pintando. Ahora volveré a crear, surgirá todo lo que llevo en la cabeza». Sin embargo, lo que nazca heredará su pasado. «Mi evolución ha sido muy convulsa, muy constante y rápida. Me siento con una carga de ideas y propuestas que me impiden hacer una retórica del tiempo». Ideas y propuestas que vuelven, «todo regresa, es el margen de la obsesión», y que aparecen para «involucrarse en cosas nuevas». «Me considero una persona con un pensamiento ecléctico. Los pensamientos rotan, desaparecen y vuelven. A veces, cuando me paro, me pregunto ¿Por qué regresa esta imagen otra vez? No tengo respuesta. El arte es un acto mágico».