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J.R.

El Consell pedirá el desprecinto judicial de las seis cajas depositadas en el Museu de Mallorca -dependiente del Govern-, que contienen cerca de mil monedas de las épocas romanas, bizantinas y musulmanas y que fueron encontradas a finales de los años noventa en Santueri (Felanitx) por el 'arqueólogo' suizo Rupert Spillman, que se las llevó fuera de España y las devolvió en 2002. Esta 'fuga' de las cerca de mil monedas motivó un notable escándalo y la apertura del correspondiente expediente judicial para contravenir la Ley de Patrimoni. La Justicia no vio responsabilidades. Sin embargo, a estas alturas, las monedas continúan precintadas en la caja fuerte del Museu de Mallorca.

El director insular de Patrimoni, Joan Mas, confirmó ayer que «a la espera del informe técnico y jurídico, consideramos que estas monedas son nuestra competencia y pediremos que el juez las desprecinte para proceder a su correspondiente estudio». Por otra parte, fuentes oficiales de la Conselleria de Cultura del Govern afirmaron estar «a la espera de lo que diga el Consell, ya que las competencias en materia arqueológica son suyas y ellos tienen que pedir el desprecinto».

Por los estudios realizados en Alemania por profesores de la Universidad de Tubinga (ya que en Mallorca no se han estudiado nunca), se sabe que este 'tesoro' contiene también cinco sellos bizantinos de gran importancia que demostrarían que en Mallorca había una estructura de Estado bizantino, hecho completamente desconocido hasta ahora. Así, según un artículo publicado por el profesor Guillem Rosselló Bordoy en el Boletín de la Societat Arqueològica Lul·liana sobre el trabajo de Tubinga, se identifican los cinco primeros mallorquines que fueron altos cargos entre los siglos VII y VIII.