Imagen de es Born anteayer, con las casetas a medio montar. Foto: JAUME MOREY

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LAURA MOYÀ

El año pasado, la Fira del Llibre se trasladó a la Plaça d'Espanya por las obras en Antoni Maura y el compromiso del Ajuntament de Palma con los comerciantes de la zona de es Born, que pedían que no se utilizara en exceso el paseo. Este año, el certamen regresa a su habitual emplazamiento tras las quejas del Gremi de Llibreters, nada satisfechos con la anterior edición, pero con una novedad: las casetas deberán darse la espalda, perdiéndose, de esta manera, el característico pasillo central, por lo que la alegría inicial no ha sido completa. La Fira del Llibre se inaugurará el viernes con el pregón de Jaume Santandreu y finalizará el próximo 4 de junio. «Hemos trabajado mucho para conseguir volver a es Born, una apuesta clara de los libreros, que nunca quisimos movernos del paseo», afirmó Marian Colom, presidenta del Gremi de Llibreters. Para Colom, el cambio «es positivo» aunque no perfecto: «Perder el pasillo puede suponer un inconveniente ya que puede que la gente sólo recorra una hilera y se olvide de la otra». Según Colom, desde el gremio se trabajará para que en 2007 todo vuelva a su cauce normal. «Intentaremos volver a cambiar y recuperar el pasillo».

«La Plaça d'Espanya no nos gustó como emplazamiento porque era un lugar incómodo y poco atractivo en el que era difícil pasear», explicó Joana Berber, de La Rosa als Llavis. Es Born, en cambio, es «un sitio emblemático y muy agradable». «El año pasado, muchos de los clientes habituales de la Fira del Llibre no se trasladaron hasta la plaza, por lo que no fue una buena edición». Sin embargo, la nueva situación de las casetas supondrá un interrogante. «No sabemos si el invento funcionará o no». «Volver a es Born era una petición de todos porque la Plaça d'Espanya no nos convenció. La edición del año pasado discurrió de forma extraña. Fue bien casi todo el tiempo pero, los dos últimos días, fueron un auténtico desastre», aseguró Pau Taura, vicepresidente del Gremi de Llibreters. El emplazamiento «no estaba tan bien diseñado como en es Born, formaba un cuadrado extraño que no nos gustó». Ahora, «se perderá el tradicional pasillo central debido a las quejas de los comerciantes», una situación que «no acabamos de entender» y que no se sabe «cómo funcionará».

En el fondo, «el cambio impuesto desde Cort supondrá perder la función de es Born», en palabras de Francesc Moll, de Llibres Mallorca. Para Moll, «es Born es una zona para pasear por el centro, cosa que no podrá hacerse ahora debido a que las casetas nos daremos la espalda». «Antes, la Fira del Llibre parecía un gran salón en el que la gente caminaba mirando las novedades de un lado y del otro. Ahora, ya no podrá hacerse de esta forma». Aún así, regresar al centro de Ciutat supone «un éxito». «Es Born es el lugar más indicado para la Fira del Llibre, nunca encontraremos otro mejor».