El primer instinto de cada mañana de los últimos días de Chenoa era mirar al cielo. Tenía miedo, miedo a que el concierto «más importante» de su carrera se estropeara por la lluvia. Ayer, por fin respiró tranquila. Quedaban pocas horas para que saliera a la plaza de toros y un sol radiante dominaba el horizonte. Ni una nube. Por eso, y por encontrarse en su tierra, apareció ante los medios de comunicación por la mañana con una sonrisa contagiosa.
«Llevo cinco años haciendo conciertos por todo el país, trabajando sin parar. Grabar esta actuación y convertirla en un DVD es un regalo especial para la gente y para mí. Hace mucho que lucho por hacer realidad este sueño. Es un homenaje absoluto a Mallorca, una isla que me lo ha dado todo, y un recuerdo muy hermoso», afirmó la cantante. Y avisaba: «Es mi casa, la voy a defender a tope. Esta noche voy a dar el hígado». ¿Nervios? «Sí, pero de los agradables. Éste es el concierto más importante de mi vida».
Lleva desde el mes de junio inmersa en una gira intensa con actuaciones casi cada día para presentar su último disco, «Nada es igual». «El directo es el estado puro de un cantante, es el detector de mentiras más grande de mundo. No me gusta eplayback». Sí está contenta con cómo se van sucediendo las cosas. «Ésta es mi mejor gira y 'Nada es igual', mi mejor disco. Estoy viviendo un año magnífico. Parar un año me ha ido muy bien para situarme y equilibrarme de nuevo».
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