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R.C.

Hace poco más de un año Soraya era una azafata que nunca hubiera imaginado que su sueño de cantar se convertiría en una realidad. Sin embargo, su paso por «Operación Triunfo» y la apuesta decidida que hizo por ella el productor Kike Santander la han llevado a realizar una extensa gira por el país que ayer recaló en el Parc de la Mar, donde presentó su primer trabajo discográfico, «Corazón de fuego». Su concierto sirvió para cerrar las fiestas de la Mare de Déu d'Agost del Ajuntament de Palma y estuvo patrocinado por la Cadena 100-Cope y por Cort.

La cantante salió al escenario arropada por su público, un público fiel que optó por su actuación y no por la de Chenoa, que le hacía la «competencia» en la plaza de toros de Ciutat. Soraya cantó y bailó y estuvo en escena acompañada por dos bailarines. La joven artista eligió para esta ocasión un corto vestido rojo muy a la moda, tanto por el tono como por el corte, y recogió su rubia melena con una angelical cola.

Con un estilo arrollador, se entregó a los asistentes desde el primer momento. Sus canciones hablan de temas universales como el amor o el desamor y beben de estilos diferentes como el pop, el rock o el funky-house. Muchos de los presentes corearon los temas de Soraya, mientras la cacereña premiaba su entrega con múltiples muestras de cariño.