La ópera Mefistófeles, de Arrigo Boito, bajó el telón del Teatre Principal el 28 de febrero de 2001. Seis años después, está previsto que se reinaugure el 20 de abril de 2007 tras un sinfín de problemas, complicaciones y más de cuatro años de retraso. El último obstáculo: la ubicación del sistema de refrigeración. El proyecto inicial aprobado por el Ajuntament de Palma preveía que estuviera situado en un nivel inferior y no sobre la cubierta superior, cambio que, desde el Consell, se decidió para perjudicar lo menos posible a los vecinos. La última Comissió de Centre Històric no aprobó el proyecto porque consideró que existen «mejores ubicaciones» y que debe «estar integrado en la fachada». Ante este nuevo contratiempo, el Consell ha optado por volver a presentar su propuesta tras adaptar los dos aparatos de refrigeración al entorno. Será, probablemente, en la primera Comissió de 2007, a mediados de enero.
¿Por qué se optó por variar el diseño? Según fuentes del Consell, «una vez empezadas las obras de rehabilitación, en el momento de ejecutar la estructura metálica del bloque de instalaciones se comprobó que, si se construía la totalidad del volumen proyectado, se perjudicaría gravemente a los vecinos de la finca colindante con el callejón de la Costa del Teatre». La propuesta autorizada por el Ajuntament debía partir de la planta cuarta y se alzaba hasta la cota de la cubierta de camerinos, es decir, «dejaba en penumbra a un total de ocho ventanas y ocho balconeras del edificio contiguo, que quedarían prácticamente sin luz natural y sin vistas sobre la ciudad».
Por eso, la dirección facultativa encargada de las obras tomó la decisión de no edificar la totalidad del volumen del bloque de instalaciones. ¿Qué se hizo? Realizar una parte del diseño inicial y, para el resto de niveles hasta la cota de cubierta, «ejecutar en planta la parte que quedaba entre el edificio de camerinos y la alineación de fachada del edificio colindante, no superando en ningún caso ésta y reduciendo la superficie de cada una de las plantas». ¿Qué supone este cambio? «Las enfriadoras, como no cabían físicamente en las nuevas plantas diseñadas, se situaron en las cubiertas, es decir, sobre el bloque de instalaciones y el edificio de camerinos, una en cada uno». Para hacer esta variación, el Consell se amparó en el artículo 87 (antes 169) de la modificación de las normas urbanísticas del Pla General d'Ordenació Urbana de Palma (PGOU), que habla de las construcciones permitidas por encima de la altura reguladora: «Se permiten las torres de refrigeración, que tienen que ocupar la superficie estrictamente necesaria para acoger las instalaciones que por razones técnicas tengan que ubicarse al aire libre». En todo caso, desde el CIM se insiste en que «en ningún momento se ha aumentado ninguno de los parámetros edificatorios ni urbanísticos con los que el proyecto obtuvo licencia municipal».
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