Para plasmar las características de la época, los autores se documentaron a través de fotografías y de la película 'Tierra y libertad', de Ken Loach.

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LAURA MOYÀ

La Guerra Civil ha protagonizado películas, libros e, incluso, obras de teatro. Sin embargo, pocas veces ha aparecido en formato cómic, un formato que sí se ha usado para narrar otros acontecimientos históricos. La editorial mallorquina Dolmen ha decidido convertir la contienda en protagonista de Martillo de herejes, un álbum de tapa dura que se centra en cómo el conflicto bélico transforma el ficticio pueblo de Martillo. Así, la historia plasma cómo un grupo de falangistas, anarquistas y comunistas lucha por recuperar la pequeña localidad y, también, las diferencias que surgen entre ellos.

Martillo de herejes es una de las producciones más costosas de producción y realización de las llevadas a cabo por Dolmen, ya que tuvieron que contratar a un guionista (Juan Gómez), un dibujante (Agustín Alessio) y un colorista (Jaime Herrera). Además, el primero era español, el segundo, argentino y, el tercero, chileno, por lo que el trabajo fue más complicado. El resultado: «Un álbum que se lee de forma rápida y amena, a pesar de ser algo denso en algunos momentos», según Vicente García, director de Dolmen.

La historia narra lo que sucede en Martillo cuando un contingente de republicanos llega hasta la localidad, donde los nacionales están haciendo acopio de provisiones. Más tarde empiezan los problemas dentro de las filas republicanas, fruto de la desconfianza que había entre comunistas, republicanos, anarquistas y brigadistas. «No se trata de demonizar a unos y alabar a otros, sólo hemos querido mostrar lo que sucedía en aquella época».