Javier Bardem, caracterizado como el asesino de 'No es país para viejos'.

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JONAS CLIMENT

Javier Bardem se llevará, la próxima madrugada del domingo al lunes, en Los Angeles, el Oscar al mejor actor secundario por su interpretación de un asesino psicópata en No es país para viejos. Esta feliz conjetura para el cine patrio es la única de las apuestas en la que han coincidido todos los críticos y cineastas consultados por este periódico.

De esta 'quiniela' pre-Oscar también se desprende que, para los expertos, las dos grandes favoritas en esta nueva edición de los premios son No es país para viejos y Pozos de Ambición, dos filmes que competirán en las máximas categorías, la de director y mejor película.

Tras una serie de proyectos convencionales, los hermanos Coen han conseguido volver a «la primera división cinematográfica» y se han reconciliado con la crítica. Según señalan los especialistas, la Academia podría premiar que la pareja haya retomado su «camino» artístico en una «epopeya western» basada en la novela de Cormac McCarthy.

No obstante, aún son más los especialistas que opinan que Pozos de Ambición, de Paul Thomas Anderson, será la gran triunfadora en la gala hollywoodiense. La crónica de Daniel Plainview, un minero miserable que pasa a convertirse en un magnate del petróleo, parece reunir algunos de los ingredientes favoritos de los académicos: el «hombre hecho a si mismo» y la búsqueda del «sueño americano». Además, casi todos coinciden en subrayar que, tras grandes filmes como Boogie Nights y Magnolia, ha llegado el momento de premiar el trabajo de Paul Thomas Anderson, un director que, con permiso de Quentin Tarantino, está considerado el «renovador del cine americano».