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A. POL / M. RAMIS Reivindicar la dignidad de las literaturas llamadas 'de género', y reflexionar y analizar la situación de éste fenómeno en lengua catalana son los principales objetivos del Festival Lloseta Negra, que este año celebra su segunda edición y que se inauguró ayer por la noche en el Teatre de Lloseta con una mesa redonda sobre Jaume Fuster y un homenaje a Antoni Serra.

El profesor de literatura Antoni Figuera pronunció una conferencia «subjetiva» en la que situó la obra del novelista mallorquín en el marco de la tradición literaria negra. El profesor Figuera destacó «la fuerza narrativa, tanto en la creación del ambiente como de los personajes» y las similitudes del detective Mosqueiro con el montalbaniano Pepe Caravalho. Además, Figuera hizo hincapié en «la figura del detective privado desencantado, individualista, escéptico y, al mismo tiempo, poseedor de unos valores éticos marcados» en referencia al Mosqueiro creado por Antoni Serra.

El homenaje culminó con la proyección no programada del audiovisual Antoni Serra al gran circ de la vida, a cargo del escritor Sebastià Bennassar, quien repasó la trayectoria de uno de los escritores de novela en negra en catalán más reconocidos.

Maties Salom, Sebastià Bennassar y Àlex Martín, ponentes de la mesa redonda sobre Fuster, coincidieron en calificar al escritor como «el padre de la novela negra en catalán». Asimismo, Bennassar aseguró que «no existe relevo generacional, aunque no es necesario», refiriéndose a la obra de Fuster, desaparecido hace diez años y creador de los detectives Lluís Arqué y Enric Vidal.

Los actos programados en el marco del Festival Lloseta Negra continuarán hoy con una visita por los rincones de Palma protagonistas de la novela negra y la clausura será esta tarde en Lloseta.