Penélope Cruz y Javier Bardem se quedaron sin Globo de Oro. Los actores españoles no fueron premiados por sus papeles en Vicky Cristina Barcelona, la cinta de Woody Allen que logró el galardón a la mejor comedia en la ceremonia que se celebró anteanoche en Los Angeles en la que la gran triunfadora fue Kate Winslet. La actriz, cinco veces nominada al Oscar se llevó los premios a la mejor actriz principal y de reparto con sus trabajos en Revolutionary Road y El lector, respectivamente, y se confirma como la gran rival de Cruz en el camino al Oscar. En el apartado masculino Mickey Rourke logró el Globo de Oro a mejor actor por The Wrestler (El luchador) mientras que el de mejor actor de reparto fue para el gran favorito, el fallecido Heath Ledger por su papel de Joker en El caballero oscuro.
Después de que el año pasado la huelga de guionistas privara a los Globos de Oro de todo el glamour de las estrellas desfilando por la alfombra roja, la 66 edición de los premios que concede Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood recuperó su gala en su sede habitual, el hotel Beverly Milton de Los Angeles. Y lo hicieron con una indiscutible ganadora: Kate Winslet.
«Es simplemente increíble, absolutamente increíble. Esto se supone que no podía pasar», afirmó la emocionada actriz británica.
Además de Winslet, la otra gran triunfadora de la noche fue Slumdog Millionaire. La película, dirigida por Danny Boyle, se llevó los premios de mejor drama, mejor director, mejor guión y mejor banda sonora. Esta cinta sobre la rocambolesca historia de un joven ganador de la versión india de ¿Quieres ser millonario? se impuso a La Duda, El curioso caso de Benjamin Button y El desafío: Frost contra Nixon que partían como favoritas con cinco nominaciones y que se fueron de vacío.
Una de las sorpresas de la noche la dio Mickey Rourke que resucitado de la mano de Darren Aronofsky en The Wrestler (El luchador) se llevó el Globo de Oro al mejor actor dramático. «Hace varios años, yo estaba casi fuera de este negocio y ha sido un largo camino de regreso», afirmó el actor de 52 años que dedicó el premio a su representante, «un hombre con pelotas», y a Aronofsky, «un hijo de puta duro y testarudo».
Con su papel de luchador que intenta recuperar su vida, enmendar sus errores en el ocaso de su carrera, Rourke se impuso al gran favorito, Sean Penn (Mi nombre es Harvey Milk) a Frank Langella (El desafío: Frost contra Nixon) y a dos de las caras bonitas de Hollywood: Leonardo DiCaprio (Revolutionary Road) y Brad Pitt (El curioso caso de Benjamin Button). Uno de los momentos más emotivos fue cuando se anunció el ganador del Globo de Oro al mejor actor de reparto, Heath Ledger, el actor australiano fallecido hace un año tras una letal mezcla de medicamentos.
Otro de los aplausos más sonados de la noche se lo llevó Steven Spielberg, que recibió premio honorífico Cecil B. DeMille a toda una carrera. Otros premiados fueron Wall-E, premio a la mejor película de animación; la cinta israelí Waltz with Bashir, mejor película en lengua no inglesa; y Bruce Springsteen, premio a la mejor canción por el tema central de The Wrestler. Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, expresó ayer su satisfacción por el premio a Vicky Cristina Barcelona por considerar que este reconocimiento mejorará la proyección exterior de la ciudad y amortizará «la inversión» realizada.
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