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ARNAU BUSQUETS El Festival de Pollença celebra este verano su 48ª edición con ánimo de repetir el éxito de los años anteriores. Los resultados fueron especialmente buenos en 2008, según explicó ayer la organización, y este año esperan emularlo gracias a su «fórmula de calidad y nivel» de los artistas.

El Claustre de Sant Domenge de la localidad volverá a ser el escenario de «la cita más destacada de la oferta cultural pollencina, junto con el certamen de artes plásticas», afirmó el concejal de Cultura Tomeu Cifre. Las entradas para la platea cuestan entre 20 y 50 euros, y se venderán tickets con descuento cuando se agoten las localidades con asiento. También hay abonos para ver varios espectáculos.

El alcalde, Joan Cerdà, recordó que el proyecto comenzó como algo «modesto», pero que ya tenía claro el acierto de «apostar por la unión de turismo y cultura». Esta edición comenzará con el concierto de Joan Manuel Serrat, para el que ya se han agotado todas las localidades. En 100x100 Serrat, el cantautor estará acompañado por la guitarra y el piano de Ricard Miralles, en un formato íntimo que repasará toda su trayectoria.

Tony Hadley, vocalista de Spandau Ballet, presentará su proyecto junto a la Barcelona Jazz Orquestra. Después de las «exitosas experiencias anteriores» con el flamenco, el festival recibirá a Diego El Cigala, que presentará su último trabajo, Dos lágrimas. La mezzosoprano Jennifer Larmore y el quinteto Opus five explorarán las nuevas tendencias de la música clásica, mientras que Joanna MacGregor demostará su arte en el piano. El joven Franciso García Fullana lucirá su dominio del violín, pocos días antes de la actuación de Ainhoa Arteta. La música clásica también contará con la Orquesta de Cámara de Stuttgart. Nederlands Blazers Ensemble ofrecerá un concierto con aire teatral sobre la Gran partita de Mozart. El festival cerrará con London Community Gospel Choir.

Como novedad, y para acercar el festival a las nuevas generaciones, el 8 de julio se hará una representación gratuita de Les Noces de Fígaro, de Mozart, pensada para el público familiar.