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LUCÍA PLANES ATIENZA Metáforas, poemas, dibujos y canciones han hecho de la rosa un elemento recurrente en el mundo del arte. Pero, como apuntaba Heráclito, al igual que uno no se baña dos veces en el mismo río, viendo las rosas de Camilla Huisgen podría afirmarse que es imposible retratar dos veces la misma flor.

Diecisiete obras de esta pintora berlinesa avalan esta teoría en la exposición Rosas que se inaugura hoy, a las 20.00 horas, en la galería Gabriel Vanrell (C/Tous i Maroto, 1. Palma).

La muestra, que supone un exhaustivo estudio pictórico de la rosa, recoge el trabajo de la artista desde 1999. «He pintado otras flores, pero cuando pinto rosas siempre descubro una faceta nueva y quiero profundizar en ella, me fascinan», explica la artista.

Camilla Huisgen reside en Sóller desde hace 22 años y asegura que trasladarse a Mallorca cambió radicalmente su arte: «Lo curioso es que en Berlín las rosas nunca me llamaron la atención y al venir a Mallorca vi las rosas antiguas que tenía mi suegra y me hechizaron. Trasladarme a aquí ha influido totalmente en mi obra; antes hacía mucho blanco y negro, todo era más gráfico, pero los colores y la luz de la Isla me descubrieron esta nueva faceta».

Estas obras están realizadas en óleo, acrílico y acuarela, utilizando cada técnica en función del momento creativo. «La acuarela me ofrece la ligereza, me deja plasmar el perfume, el aroma, la fragancia. El óleo es muy cálido y me da profundidad a la hora de pintar. El acrílico, en cambio, me transmite la frescura porque seca muy rápido y puedo trabajar muy ligera», comenta la pintora.

Destaca la depurada técnica de Camilla Huisgen, capaz de crear texturas sobre el lienzo. «Mis amigos me llaman cuando encuentran rosas especiales y si puedo, las pinto al natural para poder tocarlas, olerlas y así plasmar en el cuadro su aroma y tacto» apunta.