TW
0

Diplomados universitarios que hablan varios idiomas con conocimientos de historia, arte, geología, flora, fauna, enología, senderismo. Así se podría resumir el perfil profesional actual de los 250 guías turísticos colegiados de Balears, 200 de ellos de Mallorca, que, con motivo del Día Mundial del Guía de Turismo, harán este fin de semana visitas guiadas gratuitas en la Seu y en Valldemossa.
Mañana, de 10.00 a 13.00, los guías explicarán la Seu a los interesados y lo harán en catalán, castellano, inglés y alemán. La cita es en la Plaça de l'Almoina, en la entrada del museo de la Catedral. El domingo, a las mismas horas, el recorrido será por Valldemossa, aprovechando que es día de mercado, y el punto de encuentro se ha fijado en Costa Nord.
Los guías de las Islas han sido pioneros en contar con un colegio profesional y entre todos los colegidos pueden hacer visitas en 21 idiomas, según cuenta su actual presidenta, Magdalena Torrens, quien asegura que en los últimos diez años «el turismo ha cambiado mucho, ahora el público viene mucho más preparado, está más informado y exige más; y eso también pasa con el turismo del Inserso, que ya es gente más joven que ha viajado mucho».
Sobre este trabajo «vocacional» sin «horarios ni días de fiesta», en el que el guía igual lleva a un grupo a visitar los patios de Palma que a una marcha a pie por la Serra de Tramuntana, planean dos sombras. La primera, los cambios en los planes de estudios que traerá el tratado de Bolonia, que no gustan a los guías baleares porque la formación en idiomas será menor, y la otra es el «intrusismo, sobre todo de los países del Este».
Almendros
No obstante, Torrens asegura que su trabajo le encanta y entre las anécdotas cuenta que en esta época del año los alemanes que viajan a Mallorca «quieren ver los almendros en flor». ¿Cómo son los turistas que nos visitan? «Los alemanes quieren que les cuentes muchas cosas e interrumpen para preguntar; el ingles escucha, no pregunta y quiere tiempo libre para ir un par de horas a su aire, mientras que el francés quiere excursiones compactas y al español e italiano le gusta que le lleves a muchos sitios».