Hasta 27 minutos retrasó ayer el músico Lou Reed su salida al escenario del Teatre Principal de Palma, repleto hasta la bandera. El siempre humilde Mr. Reed, arropado por su Metal Machine Trio, comenzó a desplegar su repertorio, música extremadamente extravagante con reminiscencias al noise primigenio.
Anoche sucedió casi lo esperado, lo mismo que aconteció en su última audición en Londres: El público opina, se manifiesta a favor o en contra de lo que oye, mientras otros optan por abandonar el barco. Se sentían estafados. Sin embargo, hay que decir que los silbidos se encuentran con aplausos. Los seguidores más acérrimos ven la magnificencia donde otros sólo encuentran tedio. Los oídos más cultivados aprecian un hervidero de matices mientras que para los menos avanzados no deja de ser más que una sinfonía monocorde extravagante. Todo, a escasos treinta minutos del inicio.
Hubo quien en su día no tuvo reparos en calificar Metal Machine Music como el peor disco de la historia del rock. Anoche, el neoyorquino Lou Reed recuperó sobre el escenario del Principal las canciones que componen su experimento más osado, cuyo alumbramiento data de 1975, un recodo del siglo XX demasiado lejano como para catalogarlo de postmoderno. Después de los desencuentros en su actuación británica, el ex integrante de los seminales The Velvet Underground repasó las piezas que, según asegura, compuso en 24 horas tras seis años de preparación. Sonaron los cortes que dan sentido a su álbum más endiabladamente conceptual, todo un desafío a la armonía, un descomunal descontrol melódico que el neoyorquino siempre defendió frente a sus no pocos detractores.
Adjetivos como polémico, controvertido, genial o carismático confluyen en la persona de Lou Reed quien, a sus 68 años, sigue conservando intacta su aura de rock'n'roll star. Ayer lo demostró.
Silbidos y aplausos para Lou Reed
01/05/10 0:00
También en Noticias
- Bonaire: el gran interrogante con un balance de 214 fallecidos en Valencia
- Directo | Última Hora de la trágica DANA de Valencia
- El rey, tras los altercados: «Hay que entender el enfado por lo mal que lo han pasado»
- Milagro en Bonaire: La Policía y la UME no hallan cadáveres tras inspeccionar el aparcamiento del centro comercial
- Buscan a Izan y Rubén, dos hermanos desaparecidos en Torrent: «Su madre está desesperada»
6 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
El que ha mostrat en Lou Reed a Palma ha estat un munt d'escombraries, una darrera l'altra. Només es pot defensar des de l'esnobisme. Ni és un geni, ni calen oïdes cultivats per apreciar els presumptes matisos. Basta ja d'esnobisme i fantasmades!!
a mi me averguenza su comportamiento, pero más el de quien le ha contratado que debería haber previsto esta actitud: falta de respeto hacia sus fans que son los que le pagan. Que no contraten a gente así, parece que vienen para hacernos un favor y no, cobran lo suyo!!
Como todo buen genio, tiene detractores y defensores, está claro que se necesita un poco de cultura musical para entender su arte. No es nada simple apreciar su música, pero una vez se entiende el placer es ínfimo. lou reed es un genio, y sus borderías y excentridades forman parte de él, quienes lo aprencian,lo aprecian como es él sin juzgarlo. Está claro que si no eres de los que se enfadan porque llegue un poco tarde, y porque suelte una borderíano pagues una entrada para verle, porque Él es así, y nos gusta así a sus seguidores!. Un saludo a todos los afortunados que pudieron ir a verle y que en vez de silbar le aplaudieron.
Batuadéu, més duros per Ossifar!!!
Lo que debería hacerse es no contratar al personaje éste en ningún otro sitio de España. Si no tiene nada que aportar a la humanidad más que sus caprichos de divo caduco y su música infumable, que se jubile, que con los años que tiene, ya le toca.
Ya que musicalmente está acabado, tiene que hacer de divo caprichoso y maleducado y exponer unas fotos insustanciales para que se siga hablando de él. Estos personajes sólo saben vivir de los réditos de la fama. El sitio de los dinosaurios es un museo, no un escenario.