El presidente del Govern, Francesc Antich, asistió ayer en Moscú a la inauguración de la exposición de grabados de Joan Miró de la Serie Mallorca en el Museo Pushkin, considerado el mejor centro museístico de la capital rusa y el segundo mejor del país por detrás del Hermitage.
El ministro de Cultura de Rusia, Alexander Avdéev, asistió al acto y elogió la figura de Miró. «Pese a que, cuando pintó los grabados Mallorca que se exponen en Moscú, Miró ya tenía 80 años, el artista siempre demostró su juventud como artista», dijo Avdéev. El ministro de Cultura desveló que el Gobierno ruso aspira a reunir una amplia muestra de Miró en 2011 con motivo de la celebración del Año Rusia-España. Para ello, el Govern se ha ofrecido para gestionar buena parte de los fondos del artista que existen en Mallorca.
La obra de Miró que se expone en Moscú está formada por nueve grabados que cuelgan habitualmente de las paredes de Es Baluard. La Serie Mallorca fue realizada por el artista en los años 70. Los grabados forman parte del patrimonio de la Comunitat Autònoma. La directora del Museo Pushkin, Irina Antonova, agradeció las gestiones del Govern para que los moscovitas puedan contemplar la obra del artista mallorquín.
«El nombre de Mallorca y el de Miró no se pueden separar», subrayó Antich en el acto de inauguración, quien insistió en la necesidad de incrementar las relaciones entre Rusia y Balears.
La muestra de Miró ha sido publicitada por el Museo Pushkin en su fachada principal. En la puerta, miles de personas hacían cola para poder entrar en un museo que está situado a escasos 200 metros de la Plaza Roja, en pleno corazón de Moscú.
El acto de inauguración también contó con la asistencia del embajador de España en Rusia, el catalán Juan Antonio March; además de la consellera de Turisme, Joana Barceló, y la directora adjunta del Institut Ramon Llull en Balears, Fanny Tur.
Grabados de Miró se exponen en el Museo Pushkin de Moscú
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3 comentarios
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Bartomeu saps moltes coses, com també moltes anècdotes, però et demanaria que et culturitzasis una mica més.
Només ens faltaria això: un mural de Miró a sa Catedral Gòtica de Mallorca, com si no n'hi hagués prou ja amb els desastres que s'han comès en ella. A cada època les seves arts i cada Cossa al seu lloc i així no perdran els seus mèrits, ni una cosa ni s'altra. Ja està bé de pixar fora des test.
Bravo por Antich: "El nombre de Mallorca y el de Joan Miró no se pueden separar". El editor Pere Serra, retirado del mundanal ruido (con puntuales apariciones en eventos culturales)en ses Tanques de Sóller, habrá sonreido complacido porque hace 50 años o 40, los críticos de arte de la prensa palmesana (fallecidos) murieron convencidos que Joan Miró era un farsante, un producto de marchante artístico. El único que se adelantó, en Mallorca, considerándolo un genio (guardo los especiales que le dedicó)fue precisamente don Pere A. Serra Bauzà. Por si fuera poco, la madre de de don Joan (como le llamaba siempre don Pere), era sollerica y si mal no recuerdo se llamaba Dolors Ferrà. Por culpa de los no mencionados críticos conservadores y carcas no podemos disfrutar de un mural de Miró en la Seu, que Miró quería regalar, porque era un enamorado de la Catedral de Mallorca y de la luz solar tamizada que se filtraba por los vitrales. Fuimos injustos con Joan Miró Ferrà. En arte nos iba un siglo por delante.