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«La presión urbanística» es y ha sido en la última década la principal amenaza de algunas de las posesiones de la periferia de Palma, fincas importantes porque «son la referencia de la Palma rural, el pasado agrícola». Con el propósito de evitar la desaparición de éstas y protegerlas, el Ajuntament de Palma encargó a la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) la elaboración de un catálogo completo de estas construcciones rurales, que concluye que el 50% de ellas se encuentran en mal estado o en ruina.

El proyecto, coordinado por Xisco Terrassa, reúne información de 76 posesiones y se incorporará al Catálogo Municipal de Patrimonio, que se encuentra ahora en revisión. La edificación más degradada «probablemente es la de Can Granada», alerta Xisco Terrassa, coordinador del catálogo y miembro de ARCA.

«Nos preocupaba el patrimonio de la corona rural constituido por posesiones que no estaban protegidas o su protección era insuficiente», explicó la regidora de Cultura de Cort, Nanda Ramon. Para evitar su destrucción y mientras se termina la revisión del Catálogo Municipal, el Ajuntament, según un acuerdo de Govern, ordenó hace unos meses que, «hasta que todos estos elementos sean protegidos, se paralicen o suspendan las licencias de obras», comentó Ramon, quien detalló que esta medida no afecta, sin embargo, a «las obras menores». Cabe recordar que la falta de protección acabó recientemente con posesiones como Son Santiscle.

Ficha
El estudio de ARCA, en el que ha trabajado el historiador Roberto Fernández, incluye imágenes de las fincas y determina su localización, una descripción arquitectónica e histórica, los criterios de posibles intervenciones, los usos originales, el tipo de propiedad y el estado actual de conservación. Además de proteger el edificio, en algunos casos se detalla información sobre algunos elementos adosados a ellos como molinos, acequias, balaustradas, escudos o aljibes.

Según Terrassa, debido al carácter de urgencia del encargo, sólo recopilaron información de 76 posesiones, pero ya han realizado una nueva propuesta para la incorporación de 28 más, como Son Llompart o Son Puiget.

El Catálogo Municipal de Patrimonio lleva sin revisarse desde 1994, según confirmó Terrassa. La regidora de Cultura dijo que ahora se incluirán y se modificarán algunas de las fichas existentes. Incluso, en algunos casos deberá subirse o bajarse el grado de protección de los bienes, en función de la valoración que ahora se haga de estos. En otros, apuntó, desaparecerán las fichas, puesto que algunos se han destruido, como es el caso de El Pont des Tren.

Ramon adelantó que también trabajan en la creación de una herramienta informática para la gestión de este catálogo y para que pueda estar al acceso de todo el mundo a través de internet.