Los catalanes Mishima demostrarán en Artà que han «encontrado un estilo»

Yukio Mishima fue un alma torturada, un escritor atrapado como tantos otros entre su visión de lo que debían ser el mundo y él mismo, y lo que realmente eran. Tomar su nombre prestado para ponérselo a un grupo de rock es toda una declaración de intenciones. Mishima presentará hoy su quinto álbum, Ordre i aventura, a partir de las 22.00 horas, en el Teatre d´Artà. El concierto se incluye en la programación del Cool Days Festival.
«Cada uno de nuestros discos ha llegado a gente nueva», explica David Carabén, líder del grupo catalán, formación que lleva más de diez años creciendo silenciosamente. «En los últimos meses estamos especialmente contentos con nuestro directo», subraya el músico.
Con Ordre i aventura ha llegado la consagración de Mishima, que ya consiguieron llegar a un público más amplio con Set tota la vida, en el que sentaron las bases para un estilo que habían andado buscando durante años y que ahora se ha asentado. «Siempre hemos intentado evolucionar disco a disco, pero en nuestro anterior grabación hicimos ciertos hallazgos que hemos querido mantener. Las canciones son ahora más breves e intensas. Intentamos no ser tan rebuscados». A pesar de ello, no han perdido el gusto por las letras elaboradas, cargadas de tinta. «Con la guitarra soy un iletrado, por eso para mí cada nota es algo nuevo. En mi caso es más habitual que una letra me lleve a un acorde que un acorde me lleve a una letra».
«Nos ha beneficiado esta nueva hornada de grupos que cantan en catalán», comenta. «Grupos que hablan del aquí y del ahora, en nuestra lengua, y que están conectados con lo que se está haciendo fuera». Se refiere a bandas como Manel, Els Amics de les Arts o Antònia Font, a quienes hay que reconocerles ser los padrinos espirituales de toda esta nueva generación. Desde que ellos publicaron su primer álbum, en 2005, han cambiado muchas cosas. Pero no ellos, o al menos no mucho. «Hemos encontrado un estilo. Ése es el trabajo de un artista: encontrar una voz propia, una forma de explicar tu mundo». Mishima lo ha conseguido.