La paternidad -uno de los poemas está dedicado a su hija-, la aceptación del amor maduro y la tranquilidad sentimental han calado en Cánaves a la hora de plasmar en papel unos versos en los que «planteo una reflexión metaliteraria», explica. «Algunos poemas son algo gamberros, pero sin afán de transgredir», indica.
Con Limpieza y absorción, Cánaves trata de «huir de esa retórica cargada y supuestamente poética». «Para relatar algo profundo, no son necesarias grandes palabras, me parece un tópico vacío, así que he buscado un lenguaje más cercano al lector, aunque no es algo buscado, simplemente ha surgido de esta manera», añade el escritor, quien confiesa que con este poemario «no sé si he madurado, pero sí que me he liberado de mis miedos».
El libro destaca por su pequeño formato, que sigue la línea de la editorial -Delirio, de Salamanca-, un aspecto «original» que también llama la atención por su contenido, en el que se encuentran poemas de muy variada extensión, además de algunas ilustraciones como, por ejemplo, una del dibujante Forges.
Cánaves, que se encuentran inmerso en la escritura de su nueva novela, asegura que «con la poesía me siento más yo».
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