El presidente de la Sociedad General de Autores y Editores, Teddy Bautista (d), y el director financiero de la institución, Ricardo Azcoaga (i), a su salida de la Audiencia Nacional. | Efe

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El hasta ahora presidente del Consejo de Dirección de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) ha presentado su renuncia este martes, la cual ha sido aceptada por la Junta Directiva de la entidad, según ha anunciado ante los medios el compositor y escritor Sabino Méndez.

Doce días más tarde de su detención y 34 años después de su entrada en la SGAE, Teddy Bautista ha renunciado hoy a seguir en la entidad que presidía desde 1995 consagrado públicamente a luchar contra quienes «sisaban» a los autores sus derechos con una gestión privada que ha quedado salpicada de dudas.

Eduardo Bautista (Las Palmas de Gran Canaria, 1943) músico, actor y compositor, fue detenido el pasado 1 de julio por la Guardia Civil por su presunta relación con un delito de desvío de fondos en la filial digital de la SGAE, en el marco de una operación abierta por la Audiencia Nacional en la que fueron detenidas otras ocho personas, cuatro de ellas directivos de la entidad.

Dos días más tarde fue puesto en libertad sin fianza e imputado por el juez Pablo Ruz en relación con un delito de apropiación indebida «de especial gravedad», otro de administración fraudulenta y un tercero societario.

Esta operación se produjo al día siguiente de que la Junta Directiva obtuviera un respaldo mayoritario de los socios de la SGAE en sus elecciones.

Bautista ha sido alentado en su decidido empeño de reclamar el cobro de derechos para los autores desde que se incorporara a la SGAE en 1977 como miembro de su Junta Directiva, y, de hecho, en 1982, se convirtió en vicepresidente de la entidad, puesto que ocupó hasta 1995, cuando fue elegido presidente de su Consejo de Dirección.

Al tiempo que apoyado por los autores, para los que según él mismo decía, había conseguido la recaudación hasta los 200 millones de euros, su gestión pública ha sido muy cuestionada públicamente.

Asuntos como el cobro de derechos en establecimientos públicos, en las bodas, en conciertos benéficos o en representaciones teatrales tradicionales pero, sobre todo, en los últimos tiempos, por el canon digital y las descargas en internet.

Ha vivido una tensa polémica con los internautas debido a la legislación contra las páginas webs de descargas no autorizadas, a las que ha acusado incesantemente de un «pirateo» que ahora algunos autores que hasta ahora habían defendido su gestión, como Ramoncín, le recriminan a él.

Además, hace un año y medio, el comité de empresa de la SGAE denunció «la alarmante situación» de «deterioro» de la entidad, que, según ellos, amenazaba sus puestos.

Las protestas se unieron a las de establecimientos públicos como las peluquerías al conocer que iban a tener que pagar un canon si ponían música y a las de poblaciones como Fuente Obejuna (Córdoba) y Zalamea de la Serena (Badajoz) a las que reclamaba un 10 % de la taquilla obtenida con las representaciones vecinales de «Fuenteovejuna» y «El Alcalde de Zalamea».

En 2009, el abogado Javier de la Cueva, experto en propiedad intelectual, aseguró que la SGAE carecía «de transparencia y control por parte del Estado» y ponía en duda la «democracia interna» de esta institución, ya que, argumentaba, de sus 95.000 socios, «sólo 5.000» tenían derecho a voto.

Según sus propias declaraciones, Bautista, que creó el año pasado la red de teatros Arteria, percibe 250.000 euros anuales, un estipendio resultado de un estudio sometido a la junta directiva que ésta aprobó.

El autor de «Get on your knees» ("Arrodíllate"), la que le proporciona la mayoría de sus 4.000 euros anuales aproximadamente como compositor, es además de presidente del consejo de dirección de la SGAE, de SDAE y Wonderland Entertainment y copreside la alianza tecnológica FastTrack y la Fundación Autor, entre otra decena de sociedades.