Tachia Quintanar, ayer en Palma.

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El primer gran amor de la intérprete y recitadora Tachia Quintanar fue Blas de Otero. De hecho, se convirtió en la musa de sus versos. Después llegaría a su vida Gabriel García Márquez. «Ambos deberían haber puesto que estuvieron conmigo en su currículum», bromea la actriz, quien ofrecerá en Mallorca una lectura dramática de uno de los poemas más «delicados» de García Márquez, Isabel viendo llover en Macondo . Será mañana, a las 22.00 horas, en s'Alzinar de Son Xerubí de Son Servera.

La intérprete se ha decantado por este paraje para estrenar este espectáculo a nivel europeo. «No podría haber un lugar mejor. Es un espacio mágico, lleno de naturaleza viva y huele a poesía», dice. Este montaje viajó antes hasta Colombia. Allí tuvo lugar su estreno mundial, aunque con una escenografía diferente a la versión que llegará a Porreres. «Aquí no la necesito. Con la naturaleza del bosque y su encanto es suficiente», matiza Quintanar, que decidió comenzar una nueva vida en París durante la dictadura franquista. «No me marché por necesidad, sino porque la España de entonces me parecía muy pobre», recuerda. En la ciudad del amor fue donde conoció a García Márquez. «Fue una gran persona. Independientemente de nuestra relación, siempre valoré mucho su trabajo», reconoce la actriz. «Mi casa en París fue como una embajada española para los republicanos que exiliaban a Francia», añade.

Solidario

Su visita a la Isla desprende además un sentimiento solidario, ya que Tachia Quintanar participará en un concierto benéfico, también en Son Servera, a beneficio de la Escola Bandaiagan de Malí.

De momento, Quintanar seguirá bebiendo de la poesía allá dónde vaya. Entre sus deudas pendientes, «los jóvenes poetas». Todo se andará...