El jurado de los Premis Mallorca salía más caro que dos de los galardones juntos

¿Es posible que el jurado de un premio resulte casi tan costoso como el propio galardón? Pagar al de los Premis Mallorca de Creació Literària, quince personas, cuesta alrededor de 25.500 euros al Consell. Una cifra alta, superior a la dotación económica de dos de los tres galardones juntos, los de poesía y narrativa infantil, de 10.000 euros cada uno.
Los premios se crearon en 2005. Desde ese año y hasta 2008 la citada cifra fue algo inferior, ya que sólo se convocaban dos modalidades, narrativa y poesía. En 2008 se introdujo una nueva categoría, la de narrativa juvenil, y un nuevo jurado, por lo que hasta la edición de 2011, la institución ha convocado a quince personas, a las que ha bonificado con 1.700 euros -en otros premios, como el Ciutat de Palma, cada miembro del jurado cobra 600 por cabeza-. Además, el Consell asumía las dietas y los gastos de traslado y el alojamiento de quienes no eran residentes en Mallorca. Así, el gasto total entre premios y jurados superaba los 115.000 euros, a los que se añadían los costes de la gala.
Este año la cifra ha sido algo inferior, porque el premio principal, el de narrativa, ha bajado su cuantía de 70.000 a 50.000 euros; y se suprimió la fiesta, como sucedió en 2010. Hubo ediciones de gran participación, especialmente desde la llegada de la crisis. En 2010, el jurado de poesía, por ejemplo, leyó hasta 45 obras. Como contraste, este año el jurado de narrativa juvenil sólo tuvo que leer ocho.
Cabe recordar que estos galardones no tienen ningún beneficio para la institución, que tampoco asume la edición de los libros, ni se reserva ningún derecho de contenido económico. De esta forma, se garantiza que los premiados no tengan que pagar el IRPF y puedan percibir la gratificación completa.
El Consell ha anunciado que los galardones dejan de tener dotación económica y hace unos meses el vicepresidente de Cultura, Joan Rotger, comentó que se estudiará el futuro de los premios, que pasa también por decidir qué hacer con el jurado o qué beneficios, no directamente económicos, tendrán los futuros ganadores.