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El poder de atracción de la cultura quedó demostrado ayer durante la celebración del concierto que, bajo el título de Diabòlica!, ofreció la Orquestra Simfònica en el Teatre Principal. Un público familiar, que llenó el teatro, se enfrentó a la fría mañana para disfrutar de un programa que apelaba a las «fuerzas oscuras» de la música orquestal, bajo la dirección de Felipe Aguirre.
También los músicos se volcaron en la preparación del evento, que tenía como objetivo acercar la música clásica a niños y mayores con humor y con una propuesta diferente mediante vídeos dirigidos por la percusionista Susana Pacheco o los trucos de magia que hizo sobre el escenario Nigel Carter, trompa de la Simfònica, y uno de los impulsores de estos conciertos tan especiales. Así, entre magos, brujas y demonios sonaron composiciones ‘diabólicas' de Saint Saëns, Mussorgski, Dukas y Berlioz.