Ejemplar manuscrito de la Constitución de 1812 con la firma de los diputados que se expone en Cádiz estos días. | Efe

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Un grupo de historiadores, coordinados por Pere Fullana, ha elaborado las biografías de los 15 diputados electos, incluidos los suplentes, para las dos legislaturas de las Cortes de Cádiz, entre 1810 y 1814. La memoria «rescatada» de estos personajes, -hacendados, magistrados, militares y clérigos-, ha sido recopilada en un volumen del Diccionario Biográfico de Parlamentarios Españoles, el dedicado a los protagonistas de un hecho histórico que hoy se rememora por todo lo alto en la ciudad andaluza, la elaboración de la Constitución de 1812 denominada popularmente La Pepa.

El diccionario es una iniciativa de las Cortes Generales en la que participan las universidades del País Vasco, Autónoma de Barcelona, Valladolid, Complutense de Madrid y la de Sevilla. Mientras Fullana se dedicó a las voces del siglo XIX, David Ginard coordina las del XX.

Si Cádiz será hoy una ciudad para la celebración presidida por los Reyes, -la del Bicentenario de la Constitución de 1812, denominada La Pepa-, hace doscientos años era el único territorio peninsular no ocupado por las tropas de Napoleón. En 1809, con el rey Fernando VII preso en Bayona (Francia) y un país en guerra, se lanza la convocatoria a Cortes y se elige Cádiz como lugar de encuentro de los diputados.

En el primer período de las Cortes, durante el que se elabora la Constitución, entre Mallorca y Eivissa aportan cinco diputados, que viajarán a Cádiz encabezados por el obispo Bernardo Nadal. «Menorca no quiso participar», recuerda Fullana. Junto a Nadal estuvieron el jurista Guillermo Moragues, el párroco de Sant Nicolau Antonio Llaneras, el militar José Salas y el sacerdote eivissenc José Ribas. Además, cada demarcación «tenía que elegir suplentes por si los otros no podían llegar o estaban en zonas tomadas por los franceses», dice Fullana. Por Balears salieron tres, «que nunca llegaron a viajar a Cádiz». El canónigo de la Seu mallorquina Sebastià Socias y los eivissencs Manuel Riera, también canónigo, y el hacendado Mariano Balanzat. De todos se ha elaborado la correspondeinte biografía. «No se sabía nada de ellos, los hemos sacado de la oscuridad histórica, de la mayoría de diputados sabíamos muy poco, ahora son personajes a los que se les va a hacer un reconocimeinto ya que tomaron parte en un momento histórico importante y olvidado».

La participación más destacada la tuvo Nadal, que llegó a detentar la presidencia rotatoria de un mes y durante su mandato, entre septiembre y octubre de 1811, se reunió la comisión redactora de la Constitución; además, presidió la comisión de honor que entregó al regente el texto final, aunque los «historiadores no se ponen de acuerdo si el discurso que pronunció fue obra suya o consensuado». No obstante, «tuvo un claro protagonismo».

Entre octubre de 1813 y marzo de 1814, el período de Cortes ordinarias también contó con diputados baleares: Guillermo Moragues; el jurista Miguel Fluxá; el hacendado Ramon Despuig y el militar menorquín Esteban Briones. Éstos, dice Fullana, ya se podían considerar «políticos vocacionales».

Cuando en 1814 Fernando VII, que había regresado de Bayona al finalizar la guerra, disuelve la Cámara, muchos de los diputados «fueron perseguidos, borrados de la memoria colectiva, incluso Nadal fue vigilado». Por eso, estas biografías «rescatan su memoria». En ellas, junto a Fullana, también han trabajado Valentí Valenciano, Catalina Maria Martorell, Joan Marí Ribas, Joan Prats y Miquel Àngel Casasnovas.