El público estuvo muy entregado y con ganas de pasarlo muy bien toda la velada, y la fiesta no acabó después de los cabeza de cartel. La llegada de Ocults, que estrenaban disco, y de los valencianos Rapsodes, no hizo más que subir la temperatura de una plaza donde la gente se divirtió sin incidencias que reseñar.
Antes de que empezara la actuación de Antònia Font, Carme Sànchez y Toni Oliver, de Joves per la Llengua, leyeron el manifiesto aprobado minutos antes en asamblea, en el que se pidió una «rectificación por parte del Partido Popular de las últimas medidas que se han tomado en detrimento de la lengua, como las que afectan a la educación, la Administración y los medios de comunicación». También se reclamó «la retirada del anteproyecto de le ley de función pública».
Justo antes de que acabara la actuación de Antònia Font, el polifacético Miquel Àngel Llonovoy, actor y artista plástico, recurrió al humor para volver a criticar la política lingüística del Govern de Bauzá.
Quien pensaba que una vez que acabaran los Antònia Font concluiría la fiesta se equivocó. Un numeroso público quedó en la plaza y escuchó los nuevos temas de los Ocults, la banda de Manacor que presentó en la fiesta del Acampallengua su última grabación, Vine aquí que te rebentaré.
Despues llegaron las Rapsodas. Todo el mundo se animó a continuar con el último momento en la fiesta por antonomasia de la música en catalán
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