El legado documental de Luis Salvador, propiedad de los Cilimingras, se inventaría en el Arxiu General del Consell

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«La reina de Inglaterra y su familia se encuentran de incógnito en la Isla». El 15 de abril de 1905, Manuel de los Herreros, colaborador del archiduque Luis Salvador (1845 - 1915), comunicaba al viajero y estudioso esta noticia. Además, le contaba que la comitiva había visitado Sóller y Deià, que había descansado en Miramar, una de sus possessions, y que el paisaje les había encantado. Este es sólo uno de los muchos documentos que se inventarían en el Arxiu General del Consell procedentes de un fondo propiedad de la familia Cilimingras Casasnovas.

Esta carta que envía De los Herreros a s’Ardixuc aún no ha sido estudiada en profundidad y en ella no viene escrito el nombre de la citada reina. Pero por la fecha y el texto, todo parece indicar que los ilustres visitantes fueron Eduardo VII y Alejandra de Dinamarca, que contrajeron matrimonio en 1863. Eduardo había sido proclamado rey de Gran Bretaña e Irlanda pocos años antes de este viaje, el 25 de junio de 1901.

Los documentos, cartas, escrituras de compras de tierras o hipotecas ofrecen una valiosa información sobre muchos asuntos referentes a la Mallorca de finales del siglo XIX y principios del XX, y también sobre Balears. Este fondo, en el que trabajan la directora del Arxiu General del Consell, Isabel Garau, y la técnica Dolors Medrano, da cuenta de la minuciosidad con la que el archiduque llevaba el control de todo lo concerniente a sus propiedades, incluso cuando se encontraba de viaje, de su amistad con la realeza europea o de sus «relaciones internacionales con científicos, escritores, directores de museos, de bibliotecas, de archivos, con toda la sociedad de la época, personajes, por ejemplo, como Julio Verne, Jacint Verdaguer», comentan las archiveras, siempre sorprendidas por alguna noticia o anécdota. Como la que se refiere al agradecimiento de Verdaguer al archiduque porque le había enviado uno de sus libros, escrito en alemán, lengua que no conocía el catalán. Verdaguer le contesta diciéndole que supone que el volumen será muy interesante, pero que no entiende nada. El archiduque tenía por costumbre enviar las publicaciones resultado de sus investigaciones a amistades e instituciones.

«Este fondo contiene la información sobre cómo fue comprando tierras en Mallorca; por ejemplo, s’Estaca, que era zona de viñas, la fue adquiriendo trozo a trozo». Con su investigación posterior, dicen las expertas, «aún dará sorpresas». Luis Salvador y sus secretarios llevaban cuenta de todo al detalle. Si se reponía una teja en Miramar, se plantaba un olivo o había viruela, quedaba anotado.

Los documentos han llegado al Arxiu del Consell en buen estado, pero algunos necesitan tratamiento de restauración, que realiza Monserrat Furment, y cuando son clasificados se guardan «en material específico para su conservación».

«Mi padre [Luis Salvador Cilimingras i Vives] lo conservó lo mejor que supo y con mucho mimo», dice Luis Cilimingras. Hace un año, la familia, heredera de Luis Salvador, lo cedió al Ajuntament de Valldemossa para que llegue a exponerse allí cuando el Consistorio disponga de un local adecuado. La intención final es que se digitalice y en un futuro pueda «unir fuerzas» con otros archivos europeos sobre s’Arxiduc.