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Con la celebración, ayer, de Santa Clara, patrona de las monjas caputxines de Palma, el monasterio abre sus puertas a la festividad de la Verge d'Agost y a toda la ciudadanía. Lo hace exponiendo su colección de llits de la Mare de Déu Morta y otras piezas. Será hasta el próximo día 23, de 18.00 a 21.00 horas, con entrada gratuita por la calle Caputxines, 14.

Convertir de manera alegórica las salas de exposiciones en un jardín es el concepto sobre el que este año gravita la propuesta de los comisarios Aina Pascual y Jaume Llabrés, una idea que, además, cuenta con un aliciente que se añade al de disfrutar de estas piezas del patrimonio histórico religioso. Se trata de la visita al huerto mallorquín del convento, uno de los pocos que quedan en pie en Ciutat, un remanso de paz en la agitada vida del siglo XXI que, por cierto, necesita una rehabilitación. Precisamente, estos días se puede abrir al público gracias a la colaboración de los operarios de Emaya, que para la solemne ocasión han colaborado en su limpieza. Las denominadas imágenes de vestir de la Virgen, con cara, manos y pies obra del 'mestre de les Verges Roses' de Manacor y atuendos elaborados por las monjas hace siglos, comparten espacio con una colección de beneiteres ; con el hortelanito que las monjas escondían en el huerto el Sábado de Gloria; escaparates que, a modo de casa de muñecas, regalaban las familias nobles a los niños para que jugaran a ser monaguillos o vestimenta religiosa. Y, por primera vez, se pueden ver las fotos originales que tomó Jeroni Tous a primeros de siglo de todos los llits de la Mare de Déu que se montaban en Mallorca, un documento iconográfico imprescindible para salvaguardar una tradición que estuvo a punto de perderse.