Estremila había acudido a Can Salas a buscar un par de libros en préstamo y se iba como una sopa; vamos, para meterse bajo la ducha en cuanto llegara a casa. Cuando le preguntamos qué opinaba sobre la situación que vive la biblioteca, sus palabras fueron las de un ciudadano indignado: «Es un efecto más del fascismo que vivimos. Los que gobiernan ahora son sus herederos, seguro que ellos están en sus despachos con el aire acondicionado muy tranquilos».
Lipotimia
«Hace unos días, una señora estaba ahí delante tendida y no podía respirar», comenta uno de los funcionarios señalando el suelo. En la parte delantera de su camisa también son visibles los signos del calor: las rayas de sudor se van alternando con las del dibujo que la decora. «Ha habido muchos mareos», dicen los técnicos.
El calor ha vaciado la biblioteca, que ha dejado de cumplir su función respecto al usuario: «La de ser un lugar para el ocio y la información», lo que a los trabajadores les parece «especialmente terrible en estos tiempos» de crisis.
Con los 31 grados que marcaba ayer un termómetro en la segunda planta, la de infantil y juvenil, pocos lectores la han visitado este verano, justo cuando los pequeños y adolescentes tienen más tiempo para leer y deben hacerlo.
También escasos adultos consultan los libros de una nueva sección que ofrece información para buscar empleo, libros sobre oposiciones, sobre cómo preparar una entrevista de trabajo o cómo hacer un curriculum.
El problema de las instalaciones deficientes de Can Salas nació con el propio edificio que, además, una vez finalizado estuvo cerrado durante tres años hasta su inauguración en marzo de 2005 por la entonces ministra socialista Carmen Calvo.
Desde su apertura no ha existido un mantenimiento regular de la climatización, lo que ha terminado en una avería «muy costosa», dijo ayer un portavoz de la Conselleria de Cultura: «La avería tiene dos años y nos la hemos encontrado al llegar; la directora general [Bel Cerdà] está hablando con el ministerio para buscar dinero y puede que el problema se solucione en octubre».
El edificio pertenece al Gobierno central, que sufragó la obra, mientras que la gestión la detenta el Govern. «La Conselleria nunca quiso firmar un contrato de mantenimiento», y el ministerio no lo exige. Será por eso que tampoco funcionan los ascensores o los baños, como sucede estos días. De los primeros sólo se puede usar uno de los dos. De lo segundos, cuando se estropean los de una planta se cierran y se usan sólo los de las otras. Por no hablar de las goteras, que las hubo. La obra, a base de subcontratas, estuvo mal hecha, cuentan en el centro entre chorretones de sudor, y el Govern de entonces no la quiso recepcionar «porque había deficiencias».
El futuro de esta infraestructura parece desolador por muchos esfuerzos que hagan sus trabajadores, -que desde el pasado noviembre son 13 menos-, para que sea de de utilidad a los usuarios
Mientras, los jóvenes Michael Owaboye y Cristina Ortiz eran ayer unos de los pocos valientes que estudiaban en Can Salas con mucho esfuerzo para concentrarse y echando mano de cualquier cosa para ventilarse, por ejemplo los apuntes, o secarse el sudor, como una toalla.
16 comentarios
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Trabajo por las mañanas y me he encontrado con que ha estado todo el verano cerrado por las tardes, ni siquiera los sábados . Llamo para renovar y es imposible no hay personal que te atienda, es una dejadez espantosa lo que sufre esa biblioteca, y me he dirigido a bibliotecas de barrio y he encontrado que están abiertas, y encima con aire acondicionado pero lo más gracioso es que no hay libros, que los libros que yo quiero están en can salas. Se supone que es la biblioteca del estado donde hay más volúmenes de libros y no puedes acceder a ella. Vamos de vergüenza
Su Can Sales te averies durant una setmaneta, vet ací una ocasió per freqüentar altres biblioteques, amb fons de llibres catalans més estesos i interessants.
Yo pase por la biblioteca y había un olorcillo a sauna romana que flipas, huele a tigre
Sí, no está mal tu propuesta. También sería una buena idea convertirlo en sauna-biblioteca o en un hotel urbano con encanto...el problema es que la hay gente que tiene que estudiar y necesitar un lugar tipo "biblioteca". Salud
Bueno, al menos iréis calientes y ligaréis más, y nacerán más niños que España necesita mano de obra.
Pues los que trabajamos en el aeropuerto sabemos que las "SUDADAS" que cogen los pasajeros tras media hora de cola antes de facturar, con las maletas y agobiados por la demás gente y otra tanta para pasar el control de seguridad son IMPRESIONANTES. La del chico de la biblioteca se queda corta. Y no digo nada de los trabajadores que estamos allí sin aire acondicionado desde hace 2 años. La imagen que damos a los turistas cuando se van es penosa.
Para "brevedad", pásate por la biblioteca y mañana ya harás tus comentarios...
Para una vez que estudian, encima se quejan.
Doy fe de lo que dice la noticia. Es imposible estudiar en ella tanto en verano como en invierno. Hace un par de semana estuve intentando estudiar y a la media hora me tuve que ir porque era imposible. En invierno, te tienes que llevar el equipo de alta montaña (doble calcetín, bufanda, cortaviento...)pero al menos puedes estudiar bien abrigrado: Eso sí, no saques las manos de los bolsillos. Está claro que no hay dinero para hacer que una biblioteca cumpla su función, pero se inyectan millones y millones en el palacio de congresos. Parece ser que a nuestros politicos no les gusta que la gente estudie...buenos días todos!
Está claro que no está bien tener una biblioteca sin aire acondicionado o suficientemente ventilado (ventanas), que se tiene que buscar una solucción. Pero el chaval de la camiseta azul tiene marca de haber estado paseando CON MOCHILA, bajo el sol ... y de allí esa sudada tan "extraña", si vienes empapado de la calle, no significa que empezara a sudar tras entrar en la biblioteca.