El autor del corto, Andrés Enrique-Arias, posó para este periódico antes de la entrevista. | Elena Valverde

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Los nazis invadieron la isla de Rodas (Grecia) y aniquilaron a todos los judíos. Pero algunos de ellos lograron emigrar a tiempo a África o a las Américas. Eran los sefardíes, descendientes de los judíos expulsados de la Península Ibérica en el año 1492. Andrés Enrique-Arias, profesor de Historia de la Lengua Española en la Universitat de les Illes Balears (UIB), rescató el testimonio de dos ancianas exiliadas en Los Ángeles. Enrique-Arias las entrevistó hace más de una década y ahora, gracias a una colaboración con la productora Sonoteque, consiguió presentar el cortometraje Once Upon a Time at 55th and Hoover en el Festival de Cine Judío Sefardí de Los Ángeles el pasado mes de noviembre.

«Los Ángeles acogió a unas 300 familias de Rodas, que se juntaron en el barrio que da nombre al documental de veintiocho minutos», explica el autor. Las protagonistas del relato murieron un año después. «Me contaron sus historias, tradiciones, costumbres y romances».

En el barrio Centro Sur de Los Ángeles se formó esta comunidad de sefardíes que, con el paso del tiempo, ha ido en declive. La actividad de antaño era radiante. «En los años veinte las familias se instalaron y construyeron una sinagoga. Trasladaron las costumbres, tradiciones, idioma y gastronomía a América.

Desvanecimiento

Se perdió la cultura y la lengua porque los hijos y nietos de las personas que emigraron dejaron de hablar en español. Eran los continuadores de la sociedad patrimonial de Rodas. Cuando los inmigrantes prosperaron se mudaron a otras zonas de la ciudad. La cultura sefardí se desvaneció y la comunidad se disolvió. Incluso la sinagoga la vendieron a una iglesia negra metodista.

Actualmente el Centro Sur se ha convertido en «un barrio negro y deprimido, lleno de pintadas», recuerda Enrique-Arias, que ejerce de profesor visitante durante un año en la Universidad de Harvard.

Fue durante su doctorado en los años 90 cuando Enrique-Arias se interesó por el tema sefardí al tener referencias sobre esta comunidad de sefardíes que hablaban judeo español.

El estreno en el Festival de Los Ángeles «fue muy emocionante porque vinieron descendientes de los habitantes de Rodas», cuenta.

A Andrés Enrique-Arias, que aún conserva el acento americano, le emocionó reencontrarse con uno de los testimonios de su obra, un sefardí nacido ya en Los Ángeles.

Miquel Llinàs y Tolo Prats, de Sonoteque, se encargaron del montaje de Once Upon a Time at 55th and Hoover, además de la composición de la banda sonora con música original sefardí. Está previsto que la cinta se exhiba en festivales de Seattle y Nueva York y también que se presente en Mallorca.