Los jardines de la Misericordia acogen la VIII Fira del Llibre Antic i d'Ocasió. | Teresa Ayuga

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«Practiquemos, seamos adictos a este vicio que nada tiene de vicioso: la lectura». Así concluyó ayer Bernat Cifre Forteza, historiador y filólogo, además de escritor y poeta, el pregón que dio inicio a la Fira del Llibre Antic i d'Ocasió, que está instalada, hasta el 23 del presente mes, en los jardines de La Misericòrdia de Palma.

En su primera jornada, recordemos que se puede visitar de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, muchos quisieron acercarse para buscar entre los puestos de las ocho librerías que participan algún ejemplar de su interés, ya fuese en formato de libro o de cómic.

A las 12.00 de ayer, el vicepresidente del Consell de Mallorca, Joan Rotger, dio por inaugurada la octava edición de esta feria, «que incluye, en muchos casos, libros descatalogados o agotados, prácticamente inaccesibles si no fuera por el gran trabajo de los libreros», dijo el conseller. «En estos tiempos difíciles económicamente, hacen un gran esfuerzo por resistir», añadió.

Tras las palabras de Rotger, Cifre Forteza dividió su discurso en tres puntos: uno para el emplazamiento de la feria, «La Misericòrdia, palabra que es contrapeso y compensación de un fatal patrimonio del hombre, la miseria», pero que ahora «contribuye de forma oficial al crecimiento cultural de los ciudadanos»; en el segundo recordó a aquellos autores que le habían influido, como Mossèn Alcover, Miquel Costa i Llobera o José Mallorquí, entre otros, y en el tercero quiso hablar del «libro antiguo y de ocasión, porque de un término tan genérico como antiguo, yo me quedo con la equivalencia de vivido». Cifre Forteza concluyó su pregón incitando «a que visitemos, de tanto en tanto, librerías, mercadillos o ferias como esta, honra de una ciudad».