Álex Hernández, actor de series como ‘Física o Química’, posó en Madrid para este diario. | J.S.

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Álex Hernández (Palma, 1989) se hizo popular por las series de televisión HKM, Física o Química y Los hombres de Paco. Su último trabajo ha sido en Luna, el misterio de Calenda, cuya segunda temporada finalizó a mediados de abril, en la que interpretó, junto a Belén Rueda, Álvaro de Luna, Fran Perea y Macarena García, a Ricky, un joven rebelde y problemático que se enfrenta a los hombres lobo, a la vez que cuida de su hermana pequeña. De la barriada de Son Cotoner, estudió en el CEIP Son Espanyolet y en el IES Guillem Sagrera, del que salió para trabajar con su padre como electricista.

—Se marchó muy joven a Madrid, y pasó de ser electricista a actor. ¿Cómo llegó ese gran salto?

—Tenía diecinueve años. No terminé mis estudios. A los dieciséis me puse a trabajar en el aluminio; después, montando aparatos de aire acondicionado, y luego de electricista. De repente conocí a una chica que me dijo que estudiaba en la Escuela de Interpretación de Cristina Rota en Madrid. Así que decidí ir a buscarme la vida allí e ingrese en el centro, quería ser actor. Eso sí, al mismo tiempo trabajaba de electricista y en el mundo de la noche para poder sobrevivir en la Capital

—Al poco tiempo le llegó la oportunidad de trabajar como actor.

—Busqué una representante, hice un casting para un cortometraje, fui el protagonista y, de ahí, a seguir haciendo pruebas hasta que surgió HKM, y me cogieron

—Luego llegaron series emblemáticas como Los hombres de Paco o Física o Química, de donde surgieron muchos actores jóvenes.

—La experiencia en Física o Química fue bastante dura, porque venía de trabajar en Los hombres de Paco, con actores adultos de reconocida experiencia. Y cambiar esa disciplina para trabajar con gente de mi edad, me costó. Además, el personaje era complicado, un paralítico en silla de ruedas. Al final, fue increíble y entre todos hicimos mucha piña.

—Los hombres de Paco le marcó por los actores consagrados que participaban en la serie.

—Por los actores y porque era mi serie favorita. En Mallorca era muy seguidor. Mi familia y yo nos juntábamos a verla. Antes de irme de la Isla le dije a mi padre que algún día estaría en esta serie, y salió. Lo conseguí a pesar de que el casting fue multitudinario. Los hombres de Paco me marcó porque estaba encantadísimo de trabajar con Paco Tous, Pepón Nieto, Juan Diego, Mario Casas, Neus Sanz, Federico Celada, Carlos Santos…

—Luna, el misterio de Calenda obtuvo en abril una audiencia de 2,5 millones de espectadores. ¿Por qué se canceló y no habrá tercera temporada?

—No lo sé. Es bastante audiencia tal y como están las cosas. Pienso que Antena 3 debería haber sido un poco más permisiva. Empezaba a gustar y, si se le hubiera dado más cancha, podría haber tirado para adelante porque pasaban un montón de cosas. Le faltó más promoción

—¿Cómo llegó a esta producción?

—Venía del paro. Antes, hice el corto Revenge, del que estoy más que satisfecho. Necesitaban un personaje, participé en el casting y me eligieron.

—Y no podía interpretar a un pijo o paralítico... Tenía que ser un ‘macarrilla'.

—Sí. Ya tocaba. No soy tan comprometido como Ricky. Es un tío muy mentiroso, pero en ningún momento se le ve con maldad. Ricky es una persona muy comprometida con la familia, sus amigos… Miente para salvar a su núcleo familiar y personal. Yo, en cambio, soy un puñetero desastre.

—¿Fue complicado encarnar a Ricky?

—Trabajo siempre desde el corazón. Todos los personajes tienen parte de uno mismo.

—¿Qué supuso para usted trabajar con Belén Rueda?

—Te podría decir mil cosas maravillosas de ella. Es una profesional como la copa de un pino y una señora de los pies a la cabeza. Es un actriz increíble y espectacular. Una de las mejores experiencias que me llevo. Está contigo, no le importa quién seas y es una auténtica compañera. Me encanta cómo trabaja y su forma de ser.

—¿Y el futuro?

—En septiembre me incorporaré a una película, cuyo rodaje se ha retrasado. La inestabilidad es lo normal en esta profesión.