Un momento de la subasta celebrada la semana pasada en Maneu Punt d'Art.

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Quedan escasos escenarios locales que alberguen subastas de arte. Entre ellos está la sala Maneu Punt d'Art, que acogió la semana pasada una puja de 270 lotes compuestos por obras de cerámica, piezas escultóricas, pintura mallorquina y muebles antiguos. El silencio imperó en la sala cuando empezaron a anunciarse los primeros lotes. La pintura paisajística mallorquina adoptó el rol protagonista en la velada, que acaparó la atención de más de un centenar de personas.

El galerista Joan Oliver Maneu, quien ejerció de subastador, desplegó su encanto y sabiduría y avisó a los asistentes con humor: «Enseñen el número, si levantan la mano no sabemos si se peinan o se despeinan». Distracciones aparte, los primeros lotes correspondían a esculturas de porcelana y mobiliario. «Hay gente que viene por las antigüedades, pero la mayoría acude a por el arte. Las pujas fuertes están al final», afirma uno de los presentes, quien se llevó una litografía de Antoni Clavé por 120 euros. Apenas tuvo competencia. «Aquí no lo conocen, es un pintor catalán que estuvo en París con Picasso. Por esta obra en Barcelona pagarían hasta 2.000 euros».

El lote 199, que correspondía al óleo sobre tela Ibicencas , de Narcís Puget, generó gran interés entre el público, y finalmente se adjudicó por 2.400 euros. Le siguió la estela Rosa de los vientos , un óleo también sobre tela del pintor Joan Miquel Roca Fuster, vendido por 3.700 euros.

Un bodegón de Geoff Macewan, cuya puja se había llevado a cabo previamente por escrito, se vendió por 90 euros. «No se equivocan con Geoff Mace wan», interviene Maneu, quien reconoce que «me he vuelto un subastador poco heterodoxo». Los asistentes abandonaban sus aposentos a medida que avanzaba la subasta y ya habían pujado por las piezas que les interesaban.

Pep Llabrés, de la galería Maneu, comentó que «el tipo de público que asiste a las subastas es peculiar. Hay un pequeño tanto por ciento que acude a galerías y otro, el mayoritario, que solo compra en subastas». Los compradores encuentran oportunidades, obras por un precio más bajo del habitual.