La modificación de la estructura del escenario del Teatre Principal generó el primer desencuentro entre constructura y arquitecto. | Pere Bota

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Cuatro años después de que diera por buena la reforma del Teatre Principal de Palma, Felipe Delgado, director facultativo de la obra, cuenta que su oposición a importantes modificaciones de las mismas motivaron que el Consell de Mallorca le relegara y le apartara directamente de la toma de decisiones.

El arquitecto, en un informe al que ha tenido acceso este periódico, detalla que la prioridad de la institución insular era reducir los plazos de la obra, fijados en 34 meses. «La sra. Dolça Mulet [entonces consellera de Cultura] nos obligó a modificar ese plazo y a reducirlo a 30 meses, ya que se necesitaba estrenar el teatro en la primavera de 2007, antes de final de la legislatura de su mandado. Yo le hice ver que era muy contraproducente...». Aún así, apunta que en el concurso se premió «una importante reducción de plazo, lo que agravaba más el plazo de realización de una obra tan compleja».

Una de las consecuencias de esa decisión fue que la UTE Dragados-Melchor Mascaró solicitara hacer cambios en cuestiones «significativas del proyecto» para finalizar con antelación, como el diseño de la estructura superior del escenario, ya que alargaba la obra. La propuesta de la UTE provocó uno de los primeros desencuentros, reconoce Delgado. Al final se hizo el cambio y se instaló una estructura «en desuso». Su postura en aquel asunto, según dice, tuvo consecuencias. En su informe y en el aportado por el secretario técnico de Presidència del Consell, Miquel Barceló, se hace referencia a un documento escrito en el que se informa al arquitecto madrileño de que «a partir del día de la fecha (17 de junio de 2005) debe usted estar a disposición y a lo que decida el Sr. Joan Mut (aparejador de la obra)...», «en todo lo relativo a las obras del Teatro Principal de Palma, así como sus competencias en relación a la dirección facultativa de las mismas».

Responsabilidad

El arquitecto para afianzar su argumento subraya en el documento que al preguntar en determinadas ocasiones por partidas nuevas se le contesta que «están aprobadas por la propiedad» y que debido a los cambios del proyectos surgen «bastantes precios nuevos, llamados precios contradictorios, que los firma como luego se ha podido saber el sr. Joan Mut exclusivamente». Miquel Barceló recuerda que el responsable de la obra es el director facultativo. Delgado no renunció.