El Gran Wyoming, rock and roll y una actitud desenfadada.

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José Miguel Monzón, El Gran Wyoming, dejó de ejercer la medicina porque no le daba para vivir. Aseguran que le aburre hablar de sí mismo, prefiere airear su disidencia con el poder en alguno de los espacios televisivos más ácidos que han asomado por el medio, como el emblemático Caiga quien Caiga o, desde hace seis años, El Intermedio , un programa que deja claro que es mejor abordar temas que indignan a la gente desde la ironía. Todos conocen su faceta televisiva, pero hoy en el mesón Los Patos de Alcúdia (Camí de Ca'n Blau, 42, a las 21.00) defenderá su reverso musical al frente de Los Insolventes .

Un perfil que no pierde de vista el sentido del humor y se remonta al año 1975, cuando cambió la bata blanca por una guitarra para alistarse entre las nuevas promesas del rock nacional, nacidas al abrigo de la Transición y la incipiente cultura underground . Aunque es, sin duda, su faceta de comunicador la que más curiosos atraerá esta noche hasta Alcúdia, no en vano en la última edición de los Premios de la Academia de la Televisión su Intermedio acaparó, entre otras nominaciones, la de mejor guión, mejor programa y mejor presentador. Su escepticismo guasón y esa ambigüedad sexual tan desternillante han contribuido enormemente al éxito de un programa cuya audiencia crece exponencialmente; la otra parte de 'culpa' atribúyansela al ácido análisis de la realidad urdido por un equipo de guionistas que en cada frase marca gol, logrando que políticos, corruptos e, incluso, el mismísimo rey pasen por el aro.