El ilustrador y escritor Gabi Beltrán posó en s’Escorxador de Palma para este diario. | M. À. Cañellas

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Es difícil toparse hoy en día con alguien como el ilustrador (y ahora escritor) Gabi Beltrán. Autor desquiciadamente sincero, sin pelos en la lengua ni miedo a adentrarse en temáticas que a muchas plumas sacarían de quicio. Al mismo tiempo, Beltrán es cercano y muy humano. Precisamente, en los relatos que integran su debut en la narrativa, La gente no es como tú (Sloper, 2014), se desnuda hasta abrumar y lleva al papel situaciones gestadas, sobre todo, a partir de la desesperación, pero también de la esperanza. El libro se publicará el próximo día 3 de febrero –también en una edición especial que incluye una serigrafía del artista– y se presentará, previsiblemente, a mediados del mismo mes en Palma.

—¿Cuál es el detonante de este giro a la narrativa?

—No ha sido algo repentino, siempre lo he combinado con la ilustración, pero no me he dedicado a ello profesionalmente. Mi verdadera pasión es la literatura y últimamente he escrito mucho, no es una transición buscada, es algo natural.

—¿Por qué adentrarse en el imaginario literario con un libro de relatos cortos?

—Es casi por una cuestión de tiempo, porque es un género que puedes trabajar en un tiempo relativamente corto, una novela conlleva un proceso que se puede alargar demasiado. Empecé dos novelas, pero la vida se me complicó y las aparqué. Raymond Carver, por ejemplo, nunca escribió una novela, un hecho motivado, quizás, por una vida muy intensa.

—Una primera lectura de La gente no es como tú desvela muchas referencias autobiográficas...

—En algunos casos, sí, pero también escribo sobre cosas que le han ocurrido a gente cercana a mi persona. Son situaciones límite que acontecen a lo largo de la vida, me interesa la desesperación y la esperanza de que hay una salida, y los personajes inmersos en una situación de catástrofe en sus vidas. Todo eso parte de las consecuencias de una infancia emocional inestable que crea, a veces, adultos igual de inestables.

—Es como si el protagonista de Històries del barri –último trabajo editado de Beltrán, autobiográfico y Premi Ciutat de Palma de Còmic– viajase al futuro. Y con él los lectores.

—Quien haya leído Històries del barri puede hacer un paralelismo. Es así.

—En el libro habla de sexo, drogas, miedos, alcohol, mujeres... ¿No le impone desnudarse de manera tan sincera?

—No. Escribo a partir de la honestidad y de la valentía, no tengo nada que ocultar, no le debo nada a nadie.

—¿Qué impresión cree que causará toda esa honestidad y valentía en los lectores?

—Soy consciente de que no es un libro demasiado optimista, pero sí es uno que habla de la lucha por la supervivencia.

—¿Cuál será su próximo paso literario?

—Me gustaría retomar una de mis novelas, y tengo un nuevo álbum en mente.