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Un catálogo expositivo es como una segunda identidad del artista en un momento dado de su trayectoria, como una segunda piel, eterna, que no flaquea ni desfallece, objeto de coleccionista o archivo de hemeroteca. A lo largo del pasado año 2013, el Institut d'Estudis Baleàrics (IEB), comandado por Antoni Vera, editó diez catálogos, con un presupuesto -aproximado- de 38.000 euros, destinado a los costes de imprenta, diseño y distribución. A posteriori , una parte de los volúmenes, también a la venta, revierte en ingresos.

«El objetivo es que sirvan para difundir la obra del artista en cuestión, que tenga una carta de presentación para promocionarse en cualquier parte del mundo. Nuestra apuesta son catálogos de calidad con finalidad de internacionalización», sostiene Antoni Vera, quien remarca la importancia de que los catálogos estén en diferentes lenguas.

Generalmente, en función del itinerario que emprenda cada artista, se opta por un idioma u otro. Como es el caso del libro de Joan Cortés ( Theorem of space ), que además de castellano y catalán, también contiene traducción a alemán e inglés. Otras de las obras a destacar, editadas por el IEB, son las de Joan Costa, Herois (Paco Díaz, Guillem March y Tomeu Morey) o los catálogos de Miró.

Vera adjudica gran importancia a la presencia de escritos que provienen de «críticos de arte, comisarios o personas de prestigio que puedan aportar su parte intelectual a la obra del artista. Con Robert Ferrer, por ejemplo, conseguimos que Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes en París, escribiera un texto». Respecto al diseño de la 'carta de presentación', de esa seña de identidad que es el catálogo, el director del IEB apunta que «intentamos que sea la voluntad del artista y del comisario».