El edificio de Can Domènech es la sede del consorcio de la ciudad romana de Pol·lèntia. | Pere Bota

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El exalcalde de Alcúdia, Miquel Llompart (del PI) propondrá al Consorcio de la ciudad romana de Pol·lèntia que traslade el Museu Monogràfic de Pol·lèntia desde el edificio actual de l’Hospitalet, hasta el casal de Can Domènech, para evitar así su cierre, después de que se hayan detectado daños derivados de la humedad y de la falta de mantenimiento en las piezas que se exponen en las vitrinas.

Miquel Llompart opina que «la solución al problema la tiene el Ajuntament d’Alcúdia en su mano y pasa por trasladar el museo a la planta baja de Can Domènech, que tras la reforma que se ha hecho, está en excelentes condiciones y además tiene los mismos o más metros».

En opinión de Llompart, la reagrupación en un único edificio de la sede del consorcio de Pol·lèntia, el área municipal de Patrimonio, el museo, e incluso el alojamiento de los arqueólogos que excavan en Pol·lèntia, supondría además «una mayor optimización del personal».

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El exalcalde explica que «la climatización del actual edificio del museo, situado en la calle Sant Jaume, es complicada porque se trata de un edificio declarado Bien de Interés Cultural, lo que dificulta la instalación de aparatos exteriores y habría que recurrir a aires acondicionados portátiles». «Es cierto que el Consorcio en su momento se comprometió a climatizar pero también es cierto que el Ajuntament asumió el grueso de la reforma y que el Museu de Mallorca no cumplió su parte», añade el ex alcalde. Llompart se refiere a la última remodelación del museo realizada en julio de 2006.

La situación jurídica del Museu de Pol·lèntia es más complicada de lo que parece, como explicábamos ayer en este diario, por lo que la propuesta de Llompart, por razonable que parezcan, chocará con la titularidad del Ministerio de Cultura sobre este museo, que, a su vez, depende del de Mallorca. El de Pol·lèntia, aunque fue adscrito al consorcio de la ciudad romana, en realidad no pertenece a esta entidad, según pudo saber ayer este diario, que está integrada por el Govern, el Ajuntament de Alcúdia, el Consell de Mallorca y el Ministerio de Cultura.

Así, cualquier traslado que se quiera llevar a cabo de las piezas a otro lugar deberá contar con el visto bueno del citado ministerio que, por otra parte, tampoco ha hecho nada por mejorar la situación del museo que ahora padece una situación que puede abocarle al cierre.

Este espacio fue creado en 1987 «con el objetivo de relacionar las piezas arqueológicas recuperadas en su entorno, la ciudad romana de Pol·lèntia, en Alcúdia, y es una filial del Museu de Mallorca». Así se explica en la web de este último museo que viene a ser la casa madre y de cuyos fondos proviene las piezas que ahora se exponen con moho y degradadas.