Un concierto polémico

Estaba previsto que, en un principio, el Iberostar Estadi fuera el escenario del esperado concierto, pero a finales de abril quedaba en el aire ante la falta de acuerdo de la promotora del evento, XLR Music, y el Real Mallorca. El club balear exigía garantías de reparación sobre los posibles daños que sufriría el césped del estadio sobre el que se preveía se instalarían dos escenarios, con 100.000 vatios de potencia de sonido cada uno, además de 500 cabezas móviles y láser de última generación.

Aunque, en un principio, las negociaciones avanzaban significativamente, tanto que el presidente del Real Mallorca diera su aprobación, en junio se desveló que el concierto se mudaba a los 54.000 metros cuadrados de Son Fusteret, que podía albergar hasta 40.000 asistentes, según la organización.