Antoni Gaudí se consagró como uno de los arquitectos clave de la cultura mallorquina cuando, en 1903, inició las obras en la Catedral de Mallorca a petición del obispo Pere-Joan Campins, para poner orden y limpiar el corazón de la Seu y acercar, de este modo, a los feligreses a la palabra de las celebraciones litúrgicas. Hoy, y hasta el día 13, comienza la Setmana d'Arquitectura en Pollença con una serie de actividades en las que los debates sobre arquitectura y el entorno de Gaudí serán el 'corazón' de las conversaciones. Y como pieza fundamental en la construcción de estas jornadas se cuenta con el arquitecto Josep Quetglas, quien pondrá la ornamentación exacta sobre la vida y obra de Gaudí.
Josep Quetglas critica al clero que «expulsó» a Gaudí y Jujol de las obras de la Seu
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3 comentarios
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Les coses sóm més complicades. El clergat tradicionalista (Mossèn Alcover i d'altres) era el que més defensava la nostra llengua.
Salvo en la “R.Novarum” J. Quetglas en general tiene razón. Efectivamente el coro fue un objetivo primitivo para Campins, tal como el arquitecto Martorell (para quien Gaudí había trabajado) ya había retirado del centro de la Nave en el Monasterio de monjas clarisas de Pedralbes. En la Catedral de Mallorca se hicieron restauraciones que no eran canónicas, y más bien hay que achacarlo a que el obispo y el propio Gaudí seguirían muy probablemente los cambios propuestos por el “movimiento modernista” (me refiero al nacido dentro de la Iglesia católica), aunque tuvieron un claro eco en el Concilio Vaticano II; a pesar del propio Concilio, España fue el país en que mayormente se frenaron los dictados del Concilio inaugurado por el papa Juan XXIII. A mi entender, la oposición a los proyectos de Gaudí para la Catedral de Mallorca, se debían a que los canónigos y otro clero, valorarían que no coincidían con los cánones eclesiásticos, los cuales eran (como los actual lo son), de obligado cumplimiento. Y no vale decir que Gaudí ya preveía lo que sucedería en el futuro, ya que al comenzar el Concilio Vaticano II todos los futuros sacerdotes estaban obligados a jurar su “no condición modernista”. La que fue llamada restauración, en realidad fue algo más profundo por los cambios realizados. Para Gaudí seguramente fue un revivir lo que ya le sucedió en la ciudad astorgana, con el los canónigos y el clero catedralicio. 1914 fue un año en que a Gaudí se le cortaron sus posibilidades de nuevos proyectos y tuvo que centrarse en el Temple de la Sagrada Família, hoy Basílica y en sus comienzos, enteramente dedicado solo a la figura de san José, patrón de la Iglesia católica. Joan Palmarola i Nogué Joanpalmarola.blogspot.com.es
Creo que la encíclica "Rerum novarum" no tiene mucho que ver con las lenguas populares, sino con la cuestión social y obrera.