«Hoy en día nos cuesta muchísimo dar el servicio que toca en las bibliotecas y acercar la cultura a la sociedad, como para que ahora los centros y, en su defecto, los usuarios, tengan que asumir el coste del préstamo de libros». Con estas palabras de desánimo reciben desde la Xarxa de Biblioteques Municipals del Ajuntament de Palma el nuevo reglamento que desarrolla una directiva europea de 2006, por el que los centros de titularidad pública pagarán a las sociedades de derechos de autor por los libros prestados, excepto las de las poblaciones con menos de 5.000 habitantes, los ‘bibliobuses' y las de centros educativos. Esta normativa entrará en vigor el 1 de enero de 2016.
Fuentes de la red de bibliotecas de Cort avanzan que ya se está pensando en acciones para mostrar su rechazo a esta normativa, que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 2 de agosto. Para ello, «estamos esperando a la próxima reunión de la comisión insular de bibliotecas para, entre todos [en referencia a las que pertenecen al Consell de Mallorca y al Govern, en este último caso, la de Can Sales, en Palma], confeccionar un convenio colectivo para adoptar las mismas acciones y ver si hay algún tipo de recurso legal para poder rechazar el canon bibliotecario», añade la misma fuente.
Legislación
Con la entrada en vigor de esta nueva legislación en 2016 serán las propias bibliotecas públicas, y no el Estado, como venía haciendo hasta ahora como compensación debido a esta directiva europea de 2006, las que tengan que hacerse responsables del ya bautizado ‘canon bibliotecario'. Así, los centros abonarán por préstamos de cada libro un total de 0,004 euros, y otros 0,005 euros, en este caso, por usuario inscrito que se haya llevado a casa uno de estos volúmenes. Además, las bibliotecas deberán aportar 16 céntimos de euro por libro comprado cuya finalidad contemple el préstamo.
Por su parte, Maria de Lluc Alemany, directora de Can Sales, única biblioteca de titularidad estatal, lamenta que «cuando la normativa entre en vigor, se deberá pagar sí o sí», aunque plantea otra posibilidad, «intentar consensuar con las diferentes instituciones [Govern, Consell y ayuntamientos] que el pago, o parte de él, lo sigan asumiendo», tal y como se rige este asunto en la actualidad. Pero de momento todas estas posibilidades para esquivar el canon «son teorías, hasta que no entre en práctica no sabremos cómo afectará». Tanto Alemany, como desde Cort, consideran que se trata de un nuevo «golpe» a los ya «recortados» presupuestos de los que han hecho uso en los últimos años por la crisis.
«Error»
Más de un año, y unas elecciones de por medio, aguardan hasta que esta directiva se materialice en nuestro país, aunque desde Cort lo tachan de «error», ya que «no se puede equiparar lo que se destina a equipamiento y libros en España con países como Finlandia o Suecia».
7 comentarios
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¿Esto va por los derechos de autor? En ese caso no debería cobrarse canon alguno por los derechos de libros de más de una cierta antigüedad. Por cierto, si yo compro un libro pago un canon una sola vez. El libro que se presta, genera un canon (aunque mucho menor) una y otra vez...ad infinitum o hasta que el libro se caiga a pedazos. El canon es "poco", porque se utiliza la técnica de mostrar un pago ínfimo (por libro) mientras que sería interesante saber al menos cuánto se habría recaudado el año anterior si se hubiera aplicado este canon. Por cierto, lo pagamos todos. ¿Qué falacia es esa de que lo pague el Consell, el Govern o Rita la Cantaora? Al final todo sale de nuestros impuestos. El mayor enemigo de la lectura no es este canon, sino los libros electrónicos (de pago) por los que no pagas por poseerlos sino por el derecho a leerlos, algo así como una licencia (no los puedes dejar en herencia, como harías con los libros físicos) y un enemigo peor es internet, pero no por la piratería sino porque la gente lee mucho menos, todo el día están con el guasapp y las chorradillas que se inventan los de las redes sociales. Las neuronas se van atrofiando a medida que se contrae nuestra capacidad de mantener la concentración. El internet dispersa nuestra atención a base de pequeños bocaditos de estímulo que nos mantienen hipnotizados mientras nuestra inteligencia se ve incapacitada para seguir la lógica de un discurso medianamente largo. Si has aguantado hasta aquí todavía hay esperanza para tí. Corre, apaga el ordenador, abre un libro y ensancha el horizonte de tu espíritu.
¿Los músicos tienen derechos y los escritores no? Ya era hora que se les abonase algo por alquilar sus libros. Cada libro prestado es un libro menos que venden, me parece muy muy bajo el canon que les ponen.
Qué la ecotasa,que finalmente debe instaurarse,pague el canon bibliotecario.
malditos yonkis de dinero, encima pretenden que el pueblo sea tan cateto como ellos, cosa realmente dificil la verdad. Esperemos que el fascismo se acabe pronto, y mas ahora que PODEMOS.
La gente que lee es peligrosa para los que manejan el cotarro en esta "democracia".
Triste noticia. Llama la atención la ausencia de comentarios.
Estos cánones únicamente benefician a los cuatro "listos" que se han montado SU negocio. Es como el canon de la música. Otro engaño para el pueblo, eso sí, otro engaño legalizado.