El cantante Sergio Dalma regresa a Mallorca para poner fin a su gira 'Cadore 33'. | Ultima Hora

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Su ascensión fue meteórica. Tres meses después de salir al mercado, Cadore 33 ya era Disco de Platino, confirmando a Sergio Dalma como una de las voces dominadoras del panorama melódico. En su último trabajo, el catalán vuelve a deslizar las sílabas hasta fundirlas, con esa voz rasgada tan suya, tan nuestra, y una lírica inundada de sinceridad y carácter. El 28 de marzo el Auditòrium de Palma acogerá el fin de gira del artista.

Ya ha llovido desde aquel 1989 que le encumbró al ritmo pegadizo de Esa chica es mía. Décadas después, sigue disfrutando de una sólida hegemonía solo discutida por gigantes como Alejandro Sanz o Miguel Bosé. «Llevo en esto desde los diecisiete años, me considero un superviviente de la música», reconoce. En todo este tiempo jamás se le ha subido el éxito a la cabeza, de ahí que haya sido distinguido con el Premio Naranja al Comportamiento Siempre Amable con Periodistas. «El artista nunca tiene que devorar a la persona», opina.

Azar o estrategia, el caso es que el Tour Cadore 33 empieza y acaba en Palma. «Hablamos con la gente del Auditòrium porque nos gustaba la idea de acabar en el mismo sitio donde todo empezó, y como nos han dado muchas facilidades, aquí estamos», confirma el artista, que proclama su lealtad incondicional al estilo que le ha dado renombre internacional. «Está muy asentado, así que para qué cambiarlo, por eso cuando saco disco la idea no es conseguir nuevos fans, sino conservar los que tengo». Lo tiene claro y su público, también. Acude en masa con la tranquilidad que otorga conocer de antemano el contenido de un show sin demasiados sobresaltos, aunque «a lo mejor cambiamos algo, ya veremos, es difícil porque es un espectáculo que viene muy rodado», confiesa. Lo único seguro son «las ganas que tengo de reencontrarme con el público y comprobar cómo hacen suyas mis canciones».

Madurez

Cadore 33 es un trabajo muy madurado, «venía de dos discos de versiones muy exitosos (Vía Dalma y Vía Dalma II) y necesitaba recuperar la senda de la canción inédita para trasladar mi madurez personal a las letras». Tras hacer escala en Argentina y México, Dalma reconoce que aún le quedan metas por cumplir. «Hay países a los que cuesta ir, con el tiempo espero poder hacerlo». Iniciará la conquista con su siguiente elepé, previsto para «finales de año». Promete un trabajo «muy rico y con muchas colaboraciones, que grabaré entre Estados Unidos y Milán».