Arriba, Tomás Sanza y Antonio Cañellas durante los ensayos de las coreografías del concurso.

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Antonio Cañellas y Tomás Sanza iniciaron sus estudios de danza en el Conservatori Professional de Palma cuando tenían solo ocho años. Ahora, siete años después, son los dos únicos varones que han llegado al cuarto curso de danza clásica, y han sido seleccionados para participar en el Certamen Internacional de Dança Ciutat de Barcelona, que tendrá lugar en la Ciudad Condal del 9 al 12 de abril.

Los dos jóvenes han participado en muchos de los espectáculos de ballet organizados por el Teatre Principal, como Cascanueces, Don Quijote o Stars Crossed. «Básicamente, si tienen tiempo se involucran en todo», explica Ribas. «Hay muy pocos hombres bailarines con sus características, así que están muy solicitados», añade.

Antonio Cañellas tuvo claro desde el principio que quería ser bailarín, y no dudó en transmitirle esa pasión a su compañero Tomás, que se llegó a plantear abandonar los estudios. «No quería seguir bailando, pero Antonio y otros compañeros me convencieron», recuerda. «Elegí la danza clásica porque es la que tiene más salidas. Además, si sabes bailar clásico te resulta más sencillo aprender otros estilos», afirma Cañellas.

Los dos bailarines han sido admitidos en los cursos de verano de las academias Jeoffrey Ballet de Nueva York y Miami Arts Ballet Center de Florida, aunque todavía no han decidido a cuál asistirán. Cañellas, además, está en las últimas fases de selección para el English National Ballet de Londres, para el que audicionó en Madrid y fue elegido entre bailarines de todo el mundo.