Algunos escritores, lectores y libreros celebraron el Dia de les Llibreries en Embat. | Guillermo Esteban

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Joan Miquel Oliver, guitarrista, compositor y alma de los desaparecidos Antònia Font, está detrás del mostrador de Quart Creixent. En el mismo lugar donde en el año 97 anotaba ideas en una libreta para construir algunas de las primeras canciones del grupo. Como La meva clientela. «Creo que he sido el peor librero de la historia de Quart Creixent. Los clientes me pedían libros que encontraban antes que yo. Siempre fui a lo mío y me lo consentían todo», dice. Está despachando en el mismo escenario donde trabajó durante más de cuatro años. «Cuando yo estuve aquí no había Windows, trabajábamos con unas etiquetas hechas a mano. Era otra historia, supongo, pero no creo que haya cambiado tanto. El espíritu de la librería sigue», recuerda el músico y escritor que se sumó a la iniciativa de festejar, este sábado, el Dia de les Llibreries, «muy animado».

Trece establecimientos participaron en esta cita, con actividades, descuentos y una ampliación de su horario habitual.

Antes, a la hora del vermú, lectores, libreros y escritores brindaron en Embat. «Salut i llibres!», gritaron empuñando su vaso de Martini.

Pato Conde y David Riera dibujaron en la puerta de Gotham Còmics, a la misma hora, bajo la supervisión de Pau Castanyer, responsable de Edicions del Despropòsit. Otros espacios que tuvieron buena acogida fueron las librerías de El Corte Inglés y Agapea. Esta última recibió al dúo musical Codo, compuesto por Clara Ingold y Antònia Camia.