Isabel Homar señala con claridad su decisión: «No quiero que el trabajo de mi marido se pierda. Durante toda su vida fue recopilando partituras. Y sé que con esta donación los documentos tendrán un buen uso y serán útiles».
«Se trata de un amplio legado de gran valor patrimonial del que aún no hemos podido visualizar el amplio valor que supone», señala Joan Barceló, director de la orquesta, quien añade que «para nosotros, una orquesta que aún no ha cumplido su primer año, es sin duda un gran honor poder contar con el archivo personal de mestre Nadal».
De momento, el archivo permanece en casa de los Nadal y solo se ha realizado una primera inspección ocular, pero ya se aprecia la existencia de muchas partituras de zarzuelas y óperas, muchas de ellas manuscritas por el propio compositor.
1 comentario
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No se qué es mejor. Lo suyo hubiera sido que acabara en manos de un archivo público (Biblioteca o ese fondo de documentación que tiene la UIB). Pero me temo que eso hubiera supuesto "enterrar" las obras, que no hubieran vuelto a ver la luz hasta dios sabe cuando. En manos de esta orquesta algunas de esas partituras mantendrán una vida activa. El riesgo es otro. ¿Qué estabilidad tiene ese conjunto? Las partituras, a merced de un particular también pueden perderse por distintos motivos. Aunque, si se da el caso, siempre puede ir a parar a uno de esos archivos, incluso a la Simfpònica. ¿Cómo está el tema de la musicología en Mallorca? A saber qué habrá en estos papeles pero ¿y en los otros? Porque hay otros archivos en las islas donde las partituras duermen un bendito sueño y esto es patrimonio que no costaría mucho de organizar y sobre todo, de exponer mediante conferencias y conciertos. Algo se hace de tanto en cuando, pero cuanto más, pues... mejor. ¿No?