Nicola Beller, nacida en Alemania y criada en España, inició su carrera internacional en la ópera precisamente como Salomé en 2003, dedicándose a papeles dramáticos y de lírico spinto. «Se trata siempre en ópera de un teatro cantado en el que estás rodeada de muchos instrumentistas, y por supuesto tienes que dar lo mejor de tu talento para llegar al sentimiento del público», señala tras su primera jornada de ensayos en Palma. Por su parte el cantante norteamericano Mark Doss, acostumbrado a trabajar, tanto como solista en programas de orquestas, como en papeles de ópera, señala que su papel de Juan el Bautista en la obra de Strauss siempre le ha llamado la atención «porque me lleva a la combinación de tonos de bajo y barítono, y cada vez lo puedo perfilar mejor al cabo de medio centenar de representaciones a lo largo de mi carrera».
Las representaciones de esta versión de Salomé, que es una producción propia del Teatre Principal en su trigésima temporada operística, contarán con la dirección musical de Guillermo García-Calvo y la escénica de Jaume Martorell, mientras todos los papeles de soldados, judíos y nazarenos que contiene la obra estarán a cargo de cantantes mallorquines. Más de ochenta músicos ejecutarán en directo la partitura propuesta por Strauss, lo que hace necesario que la plataforma del foso suba hasta el escenario, mientras los cantantes evolucionarán por la parte alta del decorado, que para esta ópera es mínima y está basada en un juego de espejos.
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Qué guapos.