El Govern balear organizó este jueves un acto de agradecimiento a Fundatur por su aportación de dos millones de euros a la nueva sede de la Orquestra Simfònica de Balears. | Teresa Ayuga

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La Caja de Música, la futura sede de la Orquestra Simfònica de Balears, se proyecta como «una joya», estrechamente relacionada con el barrio del Nou Llevant y con capacidad de dinamizar su entorno. El edificio de nueva creación se proyecta como una estructura multifuncional y «móvil» que posibilitará formatos muy diversos de espectáculos, así como abrir los conciertos hacia el exterior, según avanzó ayer el arquitecto Jordi Marcè, autor del proyecto básico y ejecutivo de este edificio.

La sede se construirá en un solar cedido por el Ajuntament de Palma y cuenta con una aportación de dos millones de Fundatur, que este juevesrecibió el agradecimiento público del Govern «por su apoyo a la cultura y, en este caso, por su ayuda directa a la Simfònica para la construcción de la Caja de Música», reconoció la consellera de Transparència, Cultura i Esports, Ruth Mateu.

Esta nueva sede, de la que llevará «el timón el Govern», «hará posible una reivindicación tanto histórica como necesaria, tener sede propia para los músicos de la Simfònica y para los músicos de las Islas, en general». La puesta en marcha del proyecto está pendiente del cierre del presupuesto, que «oscila entre los 2,5 y tres millones», adelantó Jordi Marcè.

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En representación de Fundatur, Carme Serra aseguró que es «un honor participar en este proyecto porque la Simfònica es una herramienta indispensable para Balears, creemos en la continuidad de esta orquesta tan maravillosa que tenemos y estamos seguros de que con el trabajo de todo el equipo que forma la Simfònica se conseguirá el presupuesto que falta para que pronto podamos disfrutar de la Caja de Música».

La construcción del equipamiento «será rápida, alrededor de un año», ya que «son estructuras prefabricadas», aseguró el arquitecto, quien detalló ayer que la sala –con capacidad para unas 775 personas– podrá abrirse, el escenario será móvil y los días de conciertos «se proyectará hacia el exterior un baile de luces sincronizado con la música». En la planta subterránea se dispondrán las oficinas, los almacenes y otras áreas de trabajo.

El alcalde José Hila aseguró que «es una gran noticia que se hagan equipamientos culturales en los barrios» y el empuje que esta nueva sede supondrá para la Simfònica, que «nos da una proyección internacional importante». Hila agradeció el apoyo de los empresarios y a los responsables de Urbanisme y Cultura de Cort, Antoni Noguera y Miquel Perelló, por su trabajo.