El dramaturgo Josep R. Cerdà y el artista Josep Antoni Mendiola, posando para este reportaje en la redacción del diario. | Teresa Ayuga

TW
3

En el verano de 2015 se celebraba la tercera y última edición del ya desaparecido ciclo teatral Jardí desolat, creado por Josep R. Cerdà. En esa ocasión, la muestra estuvo dedicada a algunos rodajes «enigmáticos» que tuvieron lugar en Mallorca. Uno de ellos fue El Mago (The Magus, 1968), de Guy Green, que, de hecho, dio nombre a la playa, ahora conocida como Platja del Mag, en Portal Vells (Calvià).

Esa particular historia inspiró a Cerdà y al artista Josep Antoni Mendiola para crear el montaje El mag de la platja, que se representó en la finca Galatzó y en La Misericòrdia. Ahora, tres años después, Cerdà y Mendiola recuperan el proyecto que, esta vez, tomará forma de novela gráfica de 100 páginas bajo el título El mag de la platja. 1967, un rodatge a Mallorca.

«La función recibió buenas críticas; pero justo fui nombrado director del Institut d’Estudis Baleàrics y no pude mover el espectáculo; así que nos quedó la espinita porque hicimos un gran trabajo de investigación sobre el rodaje para hacer una recreación del mismo. Creíamos que podríamos sacar más jugo de todo ello», recuerda Cerdà. El montaje contó con las interpretaciones de Xavier Núñez, Aina Garcia-Paredes, Xim Vidal y Maria Rosselló, con espacio sonoro a cargo de Noemí Garcies y escenografía de Assumpta Capellà.

Límites

«Hay cosas que en cómic podemos hacer y que no pudimos realizar en la obra de teatro, como reproducir los espacios. Por ejemplo, hay una página en la que recreamos cuando Candice Bergen y Anthony Quinn pasean por el Born. Tenemos fotos antiguas de cómo era el Passeig en 1968 y lo puedes reproducir tal cual», justifica Cerdà.

«Jugamos con colores diferentes: cuando hacemos referencia a la película usamos el sepia y, para el rodaje, blanco y negro. Todo eso cuesta transmitirlo en teatro», añade. «Lo que más nos costó fue encontrar el tono, el lenguaje sobre qué tipo de dibujo queríamos hacer. De hecho, primero empezamos a hacerlo en color, pero luego cambiamos al blanco y negro. Creemos que así el lector se fija más en las formas. Además, la evolución del dibujo y de los personajes es muy expresa a lo largo del cómic», comenta Mendiola.

Los autores advierten que todavía es pronto para establecer la fecha de publicación; «todavía no tenemos editorial, aunque esperamos que a finales de este año esté terminado».