Uno de los salones del edificio de Can Pueyo. | Dani Manau

TW
0

Un equipo integrado por arquitectos y arqueólogos mallorquines y de la empresa catalana Buenavista trabajan en la elaboración del proyecto técnico sobre la remodelación del edificio Can Pueyo, trámite imprescindible para acometer cualquier intervención en el mismo, sobre la que tiene que decidir Patrimoni Històric del Consell. Aunque no es Bien de Interés Cultural (BIC), Can Pueyo, que la familia Sunyer comenzó a construir en el siglo XVII, cuenta con la protección del catálogo municipal y alberga un bien mueble que sí es BIC, una escultura del emperador romano Augusto de joven.

Noticias relacionadas

Cabe recordar que la promotora Buenavista Developments confirmó anteayer en un comunicado la ya conocida opción de compra sobre este palacio urbano de Palma, además de la intención de invertir 22 millones de euros en su rehabilitación.

Según los abogados de la propiedad, «de momento sigue la opción de compra porque hay que ver qué decide Patrimonio; se trata de una empresa con sensibilidad y reconocida en restauración, no son unos locos, así que esperamos que todo vaya adelante y la cosa finalice bien». También aseguran que «Can Pueyo aún no ha sido vendido, la promotora presentará una propuesta realista sabiendo que es un edificio protegido». En el citado comunicado de Bonavista se reconoce que «el proyecto de rehabilitación de la casa tiene que ser conservacionista y proteccionista». Como adelantó este diario el pasado 30 de junio, la propietaria de Can Pueyo, Almudena de Padura, sobrina del fallecido marqués de Campofranco Joan Rotten i Sureda, tiene la intención de vender la planta baja, en la que históricamente se ubicaban las dependencias denominadas estudis, y la superior, los porxos, reservándose la noble, mientras que el jardín de la fachada posterior se compartiría. Dicha fachada, del XVIII, es «impresionante», según el investigador Jaume Llabrés.