Es una de las caras más reconocibles de la ficción televisiva en España. Su papel de doctor Vilches en Hospital Central está todavía en la retina de muchos españoles que seguían semana tras semana este exitoso serial. Jordi Rebellón (Barcelona, 1957) recala este fin de semana con una doble misión. Esta mañana, impartirá una clase magistral en el Centro de Estudios Fotográficos (CEF) de Palma y, algo más tarde, a las 19.00, protagoniza junto a la «increíble» Concha Velasco la comedia El Funeral, en el Auditòrium. El actor habla en esta entrevista de las claves de este montaje, de sus proyectos y de la actualidad política y social.
¿Qué nos puede avanzar de El Funeral y de su personaje?
—El Funeral es una comedia sobrenatural que narra el funeral de Lucrecia Conti [a quien da vida Concha Velasco], una importante actriz del país, pero que tampoco consiguió ser una de las grandes. El inicio es especial, porque antes de que empiece la función, el público puede subir al escenario, ver el féretro, donde está el cadáver de Conti, para darle su último adiós. De alguna manera, también participan en la obra. Mi personaje es Alberto Luján, representante de la fallecida, que se aparece como fantasma en mitad del funeral y él intenta sacar partido de ello. Siempre con mucho humor y, sobre todo, respeto.
Trabajar al lado de Concha Velasco es todo un lujo.
—Siento que estoy trabajando junto a la reina del teatro de este país. Es un orgullo y un placer estar a su lado. No todos los actores de este país pueden decir lo mismo. Ya nos conocíamos, porque Concha estuvo en varios episodios de Hospital Central, creo que dos o tres, y lo pasamos muy bien, una experiencia muy enriquecedora. Le tengo muchísimo respeto y entre los dos nos tenemos mucho cariño. Y como nos lo pasamos bien, el público también.
¿Son los representantes de artistas tan malvados como su personaje en El Funeral?
—No, para nada. Está todo tratado con mucho sentido del humor, nos reímos de nosotros mismos, siempre desde el respeto y el cariño, insisto.
Este sábado imparte un taller en el CEF. ¿Cómo es ese contacto con personas que se están formando?
—Siempre digo que esta profesión hay que conocerla y entenderla antes de ponerte a vivir de ello. Mi clase está muy enfocada al oficio del actor, cómo son los inicios y cuáles son los problemas que te encuentras. Quiero que sepan cómo funciona esta profesión. Yo también aprendo de ellos.
¿Se sigue aprendiendo a pesar de llevar muchos años en esta profesión?
—Muchas cosas, por eso planteo mis clases como un trabajo en equipo. Quiero que ellos opinen porque están empezando y tal vez sepan o hayan visto cosas que tú no. Es muy divertido, en realidad.
Participó en la serie Treufoc, de IB3. ¿Le veremos trabajando por aquí de nuevo?
—Me encantaría. Estuve en la primera temporada de Treufoc, pero no me han vuelto a llamar. La gente del CEF, que produjo la serie, son mis amigos, me encanta venir a Mallorca y creo que hay que apoyar este tipo de productos. Me encantaría volver a trabajar aquí.
El presidente Sánchez ha anunciado el adelanto electoral para el 28 de abril. ¿Qué opina de todo lo que está pasando en España?
—Opino que en este país deberían dimitir todos los políticos y los partidos, porque esto es un cachondeo. Cada dos por tres estamos con cambios. La profesión de político se ha desvirtuado, es errónea ahora mismo. El político debe cuidar y mimar al ciudadano, y ahora solo se piensan en intereses propios.
9 comentarios
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Totalmente de acuerdo contigo, y si se hiciera una encuesta a nivel nacional, ni te cuento.
Amén. Sr. Rebellón.
Li pega aquesta opinió considerant es papers de policia dur que fa.
Diría más (o lo mismo), los hay corruptos y los hay honrados. Lo que pasa es que hay mucho tonto con derecho a voto.
Lleva bastante razón en su aseveración, pero se olvida de incluir en la dimisión a muchos actores y faranduleros que no dan la talla ni mucho menos, pero al igual que muchos políticos, no pasan de charlatanes sin el más mínimo atisbo de cultura.
Por favor, no meta a todos en el mismo saco. Hay derechas y hay izquierdas.
Fui a ver la obra a Madrid por el gancho de Concha Velasco y fue muy decepcionante. Ella le da valor añadido a la obra por ser quien es pero los diálogos son pésimos y los golpes de humor básicos, malos y escasos.
Todos todos que no quede ninguno , todos quieren terminar con la pobreza y la injusticia , pero la suya o ses a si mismo
Con lo de la dimisión de nuestro políticos lo ha clavado